Un buen flujo de aire y filtración en las escuelas puede ayudar a evitar infecciones por COVID

Archivo - Una profesora da clases a alumnos de Primaria en un colegio de Córdoba
Archivo - Una profesora da clases a alumnos de Primaria en un colegio de Córdoba - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: jueves, 4 abril 2024 7:06

MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

Durante la pandemia, los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester (URMC), incluidos los del Centro de Investigación de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo (IDDRC) en Estados Unidos, se asociaron con el Centro Mary Cariola para estudiar formas de prevenir la infección por COVID entre niños con discapacidades intelectuales y del desarrollo (IDD), una población especialmente vulnerable. Juntos, descubrieron que un buen flujo de aire y filtración en las escuelas pueden ayudar a estos niños y a sus maestros a evitar infecciones por COVID. La investigación se publica en la revista 'PLOS ONE'.

Cabe tener en cuenta que, en muchos casos, los niños con IDD graves y necesidades médicas complejas corren un mayor riesgo de infección, pero también pueden tener dificultades con las medidas de protección, como el uso de mascarillas y el distanciamiento. Con miras a ampliar la limitada caja de herramientas de prevención de COVID disponible para estos niños, los investigadores del URMC y los administradores del Centro Mary Cariola (una escuela de educación especial en Rochester, Nueva York, atiende a más de 450 estudiantes de entre 3 y 21 años con IDD) centraron su atención en el flujo de aire y la filtración en la escuela.

"El COVID, al igual que la gripe y el VRS, se transmite principalmente a través del aire", matiza Martin Zand, profesor de Medicina y decano asociado principal de Investigación Clínica de la URMC, quien codirigió el estudio. "El virus que causa el COVID puede circular en el aire hasta por tres horas, por lo que cuanto más rápido se filtre o haga circular ese aire, mejor".

Los investigadores midieron los niveles de dióxido de carbono en 100 habitaciones en tres edificios del campus del Centro Mary Cariola. Si bien no es una medida directa, el dióxido de carbono ofrece una manera relativamente fácil de estimar la ventilación: niveles más bajos de dióxido de carbono indican una mejor ventilación y calidad del aire. Así, las 100 salas, que variaban en tamaño y propósito (desde aulas pequeñas, salas de terapia y oficinas hasta grandes salas de actividades y gimnasios), se mantuvieron muy por debajo del límite de dióxido de carbono de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional. Y sólo tres habitaciones parecieron tener menor ventilación (niveles de dióxido de carbono superiores a 2.000 partes por millón) durante dos o más horas durante el período de prueba, que duró de uno a tres días.

Sin embargo, muchas habitaciones alcanzaron niveles moderados de dióxido de carbono (1001-2000 partes por millón), que generalmente son seguros, pero pueden indicar un flujo de aire no óptimo. Según el estudio, el número de casos de COVID registrados entre las personas que pasaron tiempo en una habitación determinada estaba relacionado con la cantidad de tiempo que esa habitación tuvo niveles moderados de dióxido de carbono (es decir, ventilación subóptima).

El equipo de investigación también encontró un vínculo entre los casos de COVID y la filtración del aire. Un edificio en el campus de Mary Cariola tiene un sistema de ventilación relativamente nuevo que puede admitir filtros de aire de alta eficiencia, llamados MERV-13, que pueden capturar más partículas de virus. Los otros dos edificios tienen sistemas más antiguos que no son lo suficientemente fuertes como para hacer pasar el aire a través de filtros más ajustados y de alta eficiencia. Estos sistemas utilizan filtros MERV-11 más porosos que pueden permitir que más partículas de virus circulen por los edificios. Los investigadores encontraron que las aulas que dependían de filtros de aire más porosos tenían un mayor número de casos totales de COVID. Sin embargo, el estudio no fue diseñado para evaluar si las infecciones se adquirieron dentro o fuera de la escuela.

"Una cosa que nos enseñó la COVID es que no existe una única solución mágica que prevenga todas las infecciones por todos los virus", concluye Zand. "Más bien, lo más eficaz es una combinación de enfoques, incluido el uso de mascarillas, la vacunación, la ventilación y la filtración del aire".

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