MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
La natación en agua fría puede servir para adelgazar, debido a que
el cuerpo procura mantener su temperatura corporal, por lo que se queman más calorías que en una sesión de natación en agua cálida, según ha explicado la especialista en Medicina General del centro médico MGC Mutua, Núria Paredes.
"Cuanto más fría esté el agua, más trabajará el organismo en convertir la grasa en energía, y si además prácticas natación, el gasto calórico se multiplica", ha añadido la experta, que ha asegurado que nadar en agua fría aporta "beneficios para la salud, pero también algunos riesgos, varios de ellos graves, que hay que tener presentes".
En cuanto a los beneficios, además mejora la circulación. Al introducir el cuerpo en agua fría, el cambio extremo de temperatura causa que el cuerpo ordene al corazón bombear más sangre a los órganos. Esto supone una mejora en la circulación, que causa la eliminación más rápida de las toxinas, lo que fomenta una piel más clara y sana.
Nadar en aguas con temperaturas bajas, también reduce el estrés, ya que el ejercicio, con independencia de cuál se trate, incrementa la producción de hormonas del bienestar, los conocidos neurotransmisores llamados endorfinas, que ayudan a eliminar el estrés y la ansiedad.
Asimismo, practicar natación mejora la calidad de sueño. Al nadar en agua fría con regularidad, la calidad del sueño mejora. Esto se debe a que el agua a temperatura baja estimula el sistema nervioso parasimpático, que ayuda al cuerpo a descansar y a autorepararse. Es un sentimiento de relajación y calma, que proporciona una mejor calidad de sueño.
Por último, sirve para mejorar el sistema autoinmune. Al sumergirse en el agua fría se experimenta algo llamado 'shock de agua fría', que incide directamente en el sistema inmune, causando una mayor producción de células sanguíneas y de antioxidantes, que ayudan a combatir enfermedades como el enfriamiento común o la enfermedad cardiaca.
Pese a ello, todos esto beneficios saludables tienen como contrapartida los riesgos que conlleva nadar en agua fría y que se deben de considerar, sobre todo, al bañarse en aguas abiertas, como el mar, los ríos o los lagos, debido a que puede ocasionar situaciones muy graves como la hipotermia, que se da cuando la temperatura del cuerpo desciende por debajo de los 35C.
"El cuerpo comienza a enfriarse en el momento que se introduce en el agua y sigue gradualmente en su bajada de temperatura, apareciendo síntomas como tiritona, piel fría y pálida, labios azules, cansancio, confusión y respiración agitada, por lo que peligra la vida del nadador", ha explicado Paredes.
Otra situación de riesgo es el 'shock de agua fría', una respuesta involuntaria del cuerpo cuando se sumerge en agua fría al zambullirse rápidamente. Esto produce que se contraigan los vasos sanguíneos y el corazón funcione más deprisa, causando jadeo y acelerando la respiración. La mejor manera de evitarlo es meterse gradualmente en el agua.
Por último, están los sabañones, que no son causados por el baño en agua fría, pero pueden aparecer si se calientan demasiado rápido pies y manos, apareciendo ampollas en los dedos, incluso en las orejas. No son graves, pero pueden resultar muy incómodos y no son nada estéticos.
"Por todo ello, para practicar la natación en agua fría lo importante es aplicar sentido común, realizándolo el tiempo adecuado, ir siempre acompañado y teniendo siempre en cuenta todas las medidas de seguridad. De esta forma, obtendremos todos los beneficios saludables para nuestro cuerpo", ha finalizado Paredes.