MADRID, 25 Jun. (EDIZIONES) -
El barotrauma, la sensación de tener los oídos tapados que la mayoría de las personas ha padecido alguna vez, es uno de los traumas más comunes en verano. Aparece cuando se produce una diferencia de presión entre la parte interna y la parte externa del tímpano.
Entre los síntomas más habituales se encuentran el dolor de oídos, sentir una fuerte presión, la sensación de taponamiento, la pérdida de audición e incluso los mareos.
En esta época del año es frecuente que al viajar, sobre todo cuando lo hacemos en avión -pero también cuando lo hacemos en tren o en nuestro vehículo-, suframos estos síntomas.
"En el momento del descenso y aterrizaje de un vuelo, el aire que ocupa el oído medio tiende a comprimirse generando un vacío que hace que la membrana timpánica se retraiga, se tense y duela. Si la comunicación entre la caja timpánica y la fosa nasal a través de la trompa de Eustaquio está permeable, el aíre puede entrar a través de ella desapareciendo la presión negativa y el dolor", según ha explicado el especialista en Otorrinolaringología de Policlínica Gipuzkoa, Carlos Saga.
Pero no ocurre solo al viajar, también es habitual que lo suframos al salir del agua, en el mar o en una piscina, tras haber estado buceando.
"Se trata del mismo fenómeno, el aumento de la presión al descender en una inmersión implica la compresión del aire que ocupa el oído medio generando el fenómeno descrito anteriormente en los vuelos", ha informado Carlos Saga.
¿CÓMO SE SOLUCIONA?
En cualquier caso si el trauma es momentáneo, puede solucionarse utilizando algunos trucos. "Una buena función de la trompa de Eustaquio nos permitirá compensar haciendo el ejercicio de Valsalva, es decir, generando presión, como cuando sonamos la nariz, al mismo tiempo que mantenemos los orificios nasales pinzados con los dedos. Con esta maniobra introduciremos aire por la trompa de Eustaquio y haremos desaparecer la presión negativa en el oído medio y con ello, el dolor", ha segurado el especialista.
No obstante, en algunos casos el barotrauma puede prolongarse y pueden darse otros síntomas como el sangrado nasal y de oídos, el dolor intenso y agudo, la pérdida de audición prolongada y mareos importantes.
La presión negativa puede persistir durante horas o días tras su instauración cuando la trompa de Eustaquio no funciona bien, como resultado, en el interior del oído medio comienza a formarse líquido que llena el espacio produciendo persistencia de las molestias y la pérdida de audición", ha manifestado.
La presión puede producir lesiones irreversibles en el oído interno que se manifestarán como hipoacusia, acúdenos o vértigos. Estas lesiones se pueden producir de forma aguda, en un barotrauma intenso, o a lo largo de años por episodios repetidos de menor severidad.
En función del paciente y de la gravedad del barotrauma, existen dos tipos de tratamiento si el paciente no mejora por sí mismo. El primero es el tratamiento farmacológico: descongestionantes nasales, antihistamínicos, esteroides para aliviar la inflamación, antibióticos para evitar la obstrucción de las trompas de Eustaquio, etc. Si éste no hace efecto, se recurre al tratamiento quirúrgico.
¿CÓMO EVITARLO?
Según informa Carlos Saga hay una serie de precauciones que podemos tomar y que ayudarán a reducir las posibilidades de sufrir esta lesión, como la maniobra de Valsalva -taparse bien la nariz con los dedos, cerrar la boca y tratar de soltar el aire con fuerza-.
A ello se le suma el uso de descongestivos nasales, esto hay que utilizarlos media hora antes del despegue del avión y media hora después.
Por último, el especialista ha aconsejado bostezar, masticar chicle, o beber líquidos o consumir algún alimento. Y en el caso de tener un resfriado, sinusitis, otitis o haberse sometido a una cirugía de oído, consultar al especialista si es seguro viajar.