MADRID 10 May. (EUROPA PRESS) -
El doctor Mariano Barbacid, jefe del Grupo de Oncología Experimental del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y fundador y primer director del centro, ha destacado el cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer en los últimos 25 años, en los que la quimioterapia ha cedido terreno en favor de nuevas terapias como la medicina de precisión, la inmunoterapia y las células CAR-T.
Así lo manifestó en una lección conmemorativa en el Hospital Universitario del Sureste, celebrada por tercer año en recuerdo de la doctora Rocío Campos, jefa del Servicio de Digestivo del hospital fallecida durante la pandemia.
Barbacid destacó, partiendo de que el cáncer no es una enfermedad, sino un gran número de patologías que se agrupan por su comportamiento, el "gran salto cualitativo" que ha vivido la aproximación terapéutica a su tratamiento en los últimos 25 años.
Dado que el cáncer aparece por la existencia de una mutación genética en la célula, que consigue esquivar el sistema inmunológico para invadir y extenderse, la primera aproximación es bajar el riesgo de la mutación, especialmente no exponiéndose a mutágenos conocidos como el tabaco o el alcohol, explicó. Pero una vez que aparece, este gran salto terapéutico del último cuarto de siglo se ha conseguido al entender cómo esta mutación genética altera la biología de la célula.
Según destacó, no siempre este conocimiento conduce a un tratamiento concreto, ya que las mutaciones son múltiples, no hay dos cánceres iguales, y no siempre es posible disponer, todavía, de fármacos para cada alteración.
Sin embargo, aseguró que estamos en un panorama en el que la aproximación al tratamiento de los cánceres ya no se basa en la quimioterapia tradicional, que se ha quedado reducida a casos sin fármacos específicos o resistentes.
Así, indicó que la estrategia actual se basa en tres grandes avances. Por un lado, el tratamiento personalizado, o de precisión, en el que se administran fármacos que se dirigen directamente a modificar la vía metabólica que se ha alterado en las células tumorales por la mutación.
En segundo lugar, la inmunoterapia, que se dirige a evitar que el tumor esté oculto al sistema inmunológico de forma que el propio organismo se encargue de la eliminación de las células tumorales.
Finalmente, la tecnología CAR-T, recientemente llegada al arsenal terapéutico, permite, mediante una modificación previa de los linfocitos del paciente, que las propias células del sistema inmune del paciente se activen para atacar al tumor.
Asimismo, hizo referencia a la llegada de otros tratamientos no farmacológicos, como la protonterapia, aun pendiente de estar disponible en la sanidad pública española.