ZARAGOZA 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, ha insistido en la necesidad de extender la realización de las pruebas del coronavirus COVID-19 al máximo número de ciudadanos con síntomas para conocer el "alcance real" de la pandemia en España.
"Los datos son poco realistas porque no se analiza más que una pequeña parte de la población, los que están graves, ya sea por razones logísticas o económicas. Las pruebas más interesantes serían a aquellas personas que están en sus casas, con sintomatología más leve y que han provocado la explosión de casos", ha opinado.
Badiola ha incidido reiteradamente en la "conveniencia de extender la prueba lo máximo posible" porque "no da igual" tener 11.000 que 15.000 contagiados, al argumentar que se produce un "efecto perverso" puesto que la tasa de letalidad se obtiene al comparar los fallecimientos con los infectados y el resultado "es bastante alto".
Ha puesto el ejemplo de Corea del Sur, cuyos datos de letalidad "son más fiables", al tiempo que ha aludido a la imagen de España porque "no sale muy bien parada". "Parece que no seamos capaces de curar enfermos y no es real". Asimismo, ha elogiado el trabajo de este país asiático en la trazabilidad de los casos con el seguimiento de todos los contagios.
En una entrevista concedida a Europa Press, Badiola ha explicado que es muy sencilla la prueba para detectar si se está contagiado del coronavirus porque se utiliza la misma que para otros patógenos y está muy generalizada, pero ha observado que "se ha sido restrictivo en la autorización". Ha recordado que las analíticas las pueden hacer muchos laboratorios y luego validarlos por los cauces oficiales.
"El sistema público tiene que tener el control, pero se pueden tener centros colaboradores, que los hay, y con capacidad probada de hacer las pruebas", ha esgrimido.
PRECIO
El especialista ha estimado que el precio ronda los cien euros, pero ha dicho que "no tiene que ser un aspecto decisivo". "Creo que esa dificultad no se tiene que tener en cuenta porque hay gente que lo demanda y tiene derecho a que se le haga y es la única manera de que salgan de la duda porque están enclaustrados y pueden infectar a otros miembros de la familia", ha manifestado.
Asimismo, ha considerado que "será menos caro que cerrar empresas", al tiempo que ha exigido que se "tienen que controlar posibles abusos ante la tentación de hacer negocio o especulación", si bien con Real Decreto se puede llegar a confiscar empresas, ha anotado.
Badiola ha añadido que algunos servicios telefónicos "no dan a basto y esto crea inseguridad porque la gente quiere certezas en una situación de crisis. Además, tienen derecho y la Administración pública tiene la obligación de proporcionar esa seguridad", ha subrayado.
CURVA AL ALZA
El experto ha comentado sobre la curva alcista y casi vertical de los contagios en España que es un momento "clave" del desarrollo de la crisis vírica. Ha apuntado que hace una semana era previsible la evolución de la curva, pero "ya se han roto todos los pronósticos", ha lamentado.
"El problema es que se sabía. Seguro que había casos apreciables que no se sabían porque, a lo mejor, pensaban que no estaban contagiados y no dieron importancia, no lo comunicaron y no se ha registrado en el sistema sanitario", ha relatado.
A su parecer, la población, esta semana, esta mucho más concienciada y conoce los síntomas porque se ha hecho una "gran labor" de difusión y los ciudadanos saben a qué atenerse y que, ante la sospecha, deben contactar con los profesionales sanitarios.
VACUNA
Badiola ha pedido, ante la posibilidad de que China haya desarrollado una vacuna contra el coronavirus COVID-19, "no levantar falsas expectativas", al precisar que "lo que están diciendo es que harán ensayos, que es lo costoso".
Ha explicado "lo difícil" que es que la vacuna "sea eficaz y segura, no produzca otra enfermedad o no tenga unos efectos secundarios altos en la población, sino, no se autorizará". Además, tiene que tener el permiso de las autoridades regulatorias, ha aclarado.
Asimismo, ha aventurado que habrá más noticias sobre la vacuna tanto de China, como Estados Unidos u otro países porque también "es una forma de posicionarse en el mercado". En este sentido, ha indicado que China ha desarrollado un "potente sistema científico" y publican, cada vez más, en revistas científicas y "llevan delantera".
DESINFECCIÓN DE CALLES
Badiola ha precisado, sobre la desinfección de las calles con lejía --hipoclorito de sodio-- rebajada con agua que es "recomendable" en zonas de intenso tráfico de personas, como hospitales, centros comerciales o mercados.
"Las gotitas del virus pueden caer al suelo y el problema está en la carga total de la superficie y si es una zona de mucho tránsito puede haber una carga apreciable". A su parecer, "no viene mal desinfectar" y ha destacado que la lejía es un "desinfectante maravilloso y muy barato, ideal. Acaba con lo que se le ponga por delante".
Para Badiola, el Ayuntamiento de Zaragoza "lo ha hecho bien" tras la recomendación que trasladó la pasada semana en el grupo de trabajo municipal para afrontar el coronavirus.
La pervivencia del virus en las superficies depende de la temperatura y la humedad. Según Badiola hay estudios "rigurosos" de otros virus similares, como el SARS, que también es un coronavirus y las diferencias son grandes, pero oscilan entre unas horas y los 4 o 5 días. En el metal, cristal o plástico puede sobrevivir uno o dos días, por eso, ha reiterado, la "conveniencia de desinfectar", como se ha visto este miércoles en la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados.
Sobre esta horquilla de pervivencia, ha precisado que varía según la humedad y temperatura y cuanto más elevada sea la temperatura hay menos pervivencia. Además, ha recalcado la importancia del lavado de las manos porque se ha podido tocar una superficie infectada y luego transmitir el patógeno.
Badiola ha señalado que la boca, las fosas nasales y los ojos son las tres vías de entrada y por eso "no hay que tocarse la cara".