MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
Grandes cantidades de un cierto tipo de bacterias inespecificadas hsta el momento pueden reducir el riesgo de que un niño desarrolle asma, según un nuevo estudio del Instituto Finlandés de Salud y Bienestar, que analizó la microbiota en más de 400 hogares finlandeses. Sin embargo, el estudio no pudo identificar los taxones bacterianos individuales que proporcionan protección contra el asma.
No está claro por qué la exposición a microbios protege contra el asma. Estudios anteriores han encontrado que la alta diversidad de microbios es de particular importancia en la protección contra el asma. Otra investigación publicada en junio de estos mismos investigadores también mostró que la microbiota intestinal de niños que viven en granjas le protegía del asma también en los hogares urbanos.
Los investigadores explican que, de media, los finlandeses pasan el 90 por ciento del tiempo bajo techo y cada vez más a menudo en un entorno urbano. Esto significa menos contacto con la microbiota natural. La diversidad de bacterias protege contra el asma, pero ciertos microbios del suelo protegen aún más eficazmente.
"En este estudio, identificamos ciertos grupos de bacterias que se encuentran en el suelo y que protegen contra el asma. Estos grupos de bacterias proporcionaron una protección más efectiva contra el asma que la diversidad de microbiota observada anteriormente", explica Anne Karvonen, la investigadora principal del estudio, que se ha publicado en la revista 'Journal of Allergy & Clinical Immunology'.
La científica apunta que, si se quieren desarrollar productos que protejan contra el asma, como los microbios que se pueden llevar a casa o colocar en la piel, habría sido útil identificar las bacterias individuales que protegen el asma. "Sin embargo, nuestros resultados ayudan a restringir las bacterias que deberían estudiarse más", apostilla.
"Podríamos explorar la naturaleza con los niños más a menudo y jugar en la naturaleza en lugar de en los patios de recreo urbanos cubiertos de goma. En cuanto a la exposición microbiana, es importante tener contacto con la naturaleza en nuestra vida cotidiana", concluye Karvonen.