MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Baylor (Estados Unidos) han hallado descubierto que el azúcar D-manosa reduce los cambios en el tracto urinario desencadenados por la edad, que aumentan la susceptibilidad a las infecciones urinarias, según publican en la revista 'Developmental Cell'.
Los investigadores muestran que el tracto urinario envejecido en modelos animales cambia su funcionamiento a nivel celular de maneras que parecen favorecer el establecimiento y la recurrencia de las ITU. Además, los investigadores también descubrieron que el azúcar D-manosa reduce la gravedad de la disminución de la funcionalidad del tracto urinario asociada al envejecimiento, lo que sugiere que este suplemento común y de venta libre podría mejorar esta disfunción asociada a la edad y ayudar a reducir las ITU.
"Comenzamos este estudio comparando las funciones de células envejecidas de forma natural en vejigas de ratón con las de animales más jóvenes, en ausencia de una infección bacteriana. En concreto, estudiamos las células uroteliales, las células que recubren el interior de la vejiga, donde se almacena la orina", explica la doctora Indira Mysorekar, autora del estudio y catedrática de Medicina de Enfermedades Infecciosas, junto con el doctor E.L. Wagner, catedrático de Medicina Interna de Baylor.
Los científicos investigaron un proceso denominado autofagia que todas las células utilizan de forma natural para limpiar los materiales celulares viejos o defectuosos digiriéndolos y reciclándolos en unas estructuras denominadas lisosomas. "Descubrimos que el proceso de reciclaje se ralentiza de forma natural a medida que envejecen las células uroteliales --explica Mysorekar, profesor del Centro Huffington sobre el Envejecimiento--. Las células más viejas acumulan lisosomas más grandes que son menos eficaces para degradar los materiales celulares, lo que conduce a su acumulación tóxica en el interior de la célula".
Las células uroteliales envejecidas también acumulan más especies reactivas del oxígeno (ROS) dañinas que los tejidos más jóvenes. "Las ROS son moléculas que pueden dañar los tejidos, y la respuesta redox que normalmente neutraliza las ROS en las células más jóvenes se ve atenuada en las células uroteliales envejecidas --explica el doctor Arnold M. Salazar, coautor del estudio y científico principal del laboratorio de Mysorekar--. En consecuencia, se produce un proceso inflamatorio que conduce a la muerte celular. Las células uroteliales muertas abandonan su ubicación, exfolian la vejiga y alteran su integridad, lo que agrava aún más la disfunción relacionada con la edad".
También descubrieron que el tratamiento de ratones envejecidos con D-manosa, un azúcar natural, restaura la autofagia y mitiga las ERO y el desprendimiento de células uroteliales, lo que sugiere que la suplementación con manosa podría contrarrestar la disfunción urotelial humana asociada a la edad.
Mysorekar, Salazar y sus colegas compararon entonces las infecciones urinarias bacterianas en animales de más edad con las de animales más jóvenes. "Descubrimos que los ratones de edad avanzada tienen más reservorios bacterianos en el tracto urinario y son más propensos a las ITU recurrentes espontáneas que los ratones más jóvenes, lo que sugiere que la disfunción del tejido relacionada con la edad podría explicar la mayor recurrencia de ITU observada a mayor edad", afirma Salazar.
"En conjunto, nuestros resultados demuestran que el envejecimiento normal afecta a la fisiología de la vejiga, y que el envejecimiento por sí solo aumenta el estrés celular basal y la susceptibilidad a la infección --apunta Mysorekar, también profesor de virología molecular y microbiología--. Sugerimos que la suplementación con manosa podría contrarrestar la disfunción urotelial asociada a la edad, además de limitar las ITU recurrentes".