MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Fragmentos de tumores analizados en el laboratorio son capaces de predecir si los correspondientes pacientes de la vida real se beneficiarán de la inmunoterapia, según una investigación del Instituto Holandés del Cáncer (NIK) publicada en la revista 'Nature Medicine'.
"Hemos resuelto un problema importante al que se enfrentaban muchos científicos: conservar la composición y estructura originales de un tumor fuera del paciente en el laboratorio", afirma la investigadora del cáncer y autora del estudio Daniela Thommen.
Mientras que algunos pacientes con cáncer obtienen resultados increíbles con la inmunoterapia, muchos otros no se benefician de este tratamiento, que pone en funcionamiento el propio sistema inmunitario de los pacientes.
Tratando en el laboratorio pequeños fragmentos de tejido tumoral de pacientes reales, Daniela Thommen pretende mejorar esta situación. Con esta nueva plataforma, trata de adecuar el tratamiento correcto al paciente adecuado. "Primero cortamos muestras de tumores de pacientes en trozos pequeños y luego tratamos estos 'avatares tumorales' fuera del cuerpo del paciente con diferentes terapias, para ver cuál funciona", explica.
La gran pregunta es si ese 'avatar tumoral' refleja realmente en el laboratorio cómo responde un paciente a un tratamiento. Las últimas investigaciones de los grupos de investigación de Thommen y Schumacher, junto con muchos médicos del NKI, confirman que, efectivamente, la respuesta de estos avatares tumorales al tratamiento en el laboratorio predice si el paciente responderá al tratamiento en la vida real.
Los investigadores analizaron la reacción de los avatares tumorales en el laboratorio al tipo de inmunoterapia denominado bloqueo PD-1, y relacionaron esta información con las respuestas al tratamiento de 38 pacientes con diversos tipos de cáncer.
"Estos resultados confirman que ahora disponemos de un sistema modelo muy potente que podemos utilizar para desarrollar nuevos diagnósticos y, de este modo, personalizar la inmunoterapia --afirma Thommen--. También encontramos algunos predictores desconocidos de respuesta o resistencia a la inmunoterapia".
"Por ejemplo, identificamos tres subgrupos diferentes de tumores que no responden --añade--. Y vimos que los tumores que sí respondían habían sido infiltrados por un tipo específico de células inmunitarias y habían formado más nichos de células inmunitarias en su tumor, las llamadas estructuras linfoides terciarias". Estos diferentes marcadores pueden probarse ahora como marcadores predictivos de la respuesta al tratamiento, por separado o en combinación".