Aumentar el consumo de calcio y llevar una vida activa, reduciría las fracturas óseas por osteoporosis

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CEDIDA
Actualizado: jueves, 18 noviembre 2010 13:52

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una actividad física moderada y una alimentación rica en calcio son factores clave para mantener una correcta densidad ósea, que ayudaría a reducir las fracturas producidas por la osteoporosis, según explica el especialista en Reumatología del Hospital Universitario Central de Asturias, el doctor Luis Arboleya.

"Con simples medidas como evitar la vida sedentaria e incrementar el consumo de calcio, estamos seguros de que la tendencia de las fracturas osteoporóticas se vería visiblemente reducida", afirma Arboleya.

Así, recomienda una dieta que incluya un mínimo de 1.200 miligramos diarios de calcio, que podemos encontrar en los lácteos: yogures, leche y queso; en vegetales como la espinaca, col o el brócoli; así como en el pescado como las sardinas; en los frutos secos y en las legumbres.

Además, aconseja tomar el sol diez minutos al día porque éste activa la vitamina D en el organismo, que es fundamental para la fijación del calcio en los huesos.

En los últimos años el envejecimiento de la población, la tendencia a mantener unos hábitos de vida sedentarios y una alimentación por saludables han provocado un aumento de la incidencia de las fracturas por fragilidad ósea en las últimas décadas.

"Las fracturas vertebrales y de cadera han aumentado en la segunda mitad del siglo pasado y esta tendencia sigue progresando en el siglo actual", advierte.

Sobre todo se ve esta tendencia en las mujeres que tiene mayor riesgo a padecer fracturas por la menopausia, ya que es a partir de esta época cuando se acelera la disminución de masa ósea.

LAS FRACTURAS

Las fracturas que más se dan en las personas que padecen osteoporosis son las de muñeca, llamada fractura de Colles, vértebras y cadera que se producen en diferentes estadios. La fractura de Colles es la que tiende a aparecer más pronto, tras la menopausia.

Las fracturas vertebrales comienzan a aparecer después de los 60 años, y llegan a afectar a casi la mitad de las mujeres mayores de 70 años. Las mujeres que las suelen padecer responden al perfil de persona delgada, que ha perdido varios centímetros de talla y con la espalda encorvada, según Arboleya.

Además de un cambio en la forma del cuerpo, originan dolor crónico, reducción de la capacidad funcional y molestias digestivas debido a la reducción de la altura del tronco. Las fracturas vertebrales pueden aparecer con una simple sobrecarga para la columna, como levantar un peso, agacharse o sentarse bruscamente.

Su diagnóstico es fundamental ya que, según explica, hasta un 50 por ciento de las fracturas vertebrales no dan síntomas y solamente se comprueba que se han producido si se realiza una radiografía.