MADRID 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) revela cómo el sistema inmunológico se defiende contra los gusanos parásitos intestinales, o helmintos, una de las infecciones más comunes en todo el mundo en comunidades con acceso limitado a agua potable y saneamiento.
Los hallazgos, publicados en la revista 'Immunity', sugieren que los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) actualmente disponibles, similares al ibuprofeno, podrían actuar sobre la vía recién descubierta para aumentar la inmunidad a las infecciones parasitarias.
"Si bien los gusanos parásitos son un problema menor en la mayor parte de Estados Unidos y otros países ricos, estas infecciones afectan a casi una cuarta parte de la población mundial", apunta el coautor principal, el doctor Reinhard Hinterleitner, profesor adjunto del Departamento de Inmunología de Pitt . "Sin embargo, durante décadas no se ha desarrollado un nuevo medicamento para tratar los parásitos, por lo que existe una gran necesidad de tratamientos novedosos. Si bien se necesita más investigación, nuestro estudio sugiere que los medicamentos existentes podrían reutilizarse para tratar las infecciones parasitarias".
Existen varios tipos de respuestas inmunitarias, según el coautor principal, el doctor Yi-Nan Gong, profesor adjunto del Departamento de Inmunología de Pitt y miembro del Centro de Microambiente Tumoral del Centro Oncológico Hillman de UPMC. La inmunidad de tipo 1, más conocida, combate virus y bacterias aniquilando directamente estos patógenos, mientras que la de tipo 2 ofrece una defensa más amplia contra amenazas externas como los parásitos. La activación errónea de las respuestas de tipo 2 también se asocia con alergias alimentarias y ambientales.
"La inmunidad de tipo 2 es como una campaña de desalojo", ejemplifica Gong. "Al impulsar la inflamación y acelerar la renovación y diferenciación celular, hace que el entorno intestinal sea inhóspito para los parásitos, expulsándolos de forma natural".
Para comprender mejor la inmunidad de tipo 2 en respuesta a los parásitos helmínticos, Hinterleitner y Gong analizaron una proteína llamada Gasdermina C, presente en niveles bajos en el intestino sano y que aumenta en respuesta a una infección parasitaria. Las gasderminas permanecen inactivas hasta que son fragmentadas por una enzima llamada proteasa, que libera un fragmento proteico activo.
Los investigadores descubrieron que una proteasa llamada catepsina S activa la Gasdermina C tanto en ratones como en humanos. La eliminación de la Gasdermina C o de la proteasa afectó negativamente las respuestas de tipo 2 a las infecciones por helmintos en ratones, lo que demuestra que ambas son esenciales para la inmunidad contra los parásitos.
Una vez activadas, la mayoría de las gasderminas actúan desencadenando la muerte celular, lo que elimina las células infectadas y libera señales que reclutan células inmunitarias. Hinterleitner y Gong se sorprendieron al descubrir que la Gasdermina C funcionaba de forma diferente: el fragmento activo de la Gasdermina C se dirige y penetra en las vesículas Rab7-positivas (una estructura que transporta materiales celulares), lo que provoca una reducción de un mensajero químico llamado prostaglandina d2.
Debido a que la prostaglandina d2 amortigua las respuestas de tipo 2, al reducir los niveles de este mensajero químico, Gasdermin C aumenta la inmunidad y elimina las infecciones parasitarias intestinales.
"Este hallazgo ofrece nuevas perspectivas para las terapias antiparasitarias", explica Gong. "Un enfoque prometedor son los inhibidores de la ciclooxigenasa (COX). La síntesis de prostaglandina D2 depende de la COX. Los inhibidores comunes de la COX, incluyendo AINE como el ibuprofeno, se utilizan ampliamente y son seguros tanto para adultos como para niños".
Los investigadores enfatizaron que se necesitan ensayos clínicos para confirmar la efectividad de este enfoque en humanos y advirtieron que las personas deben consultar a su proveedor antes de tomar cualquier medicamento nuevo.
El estudio también demostró que ciertos microorganismos llamados microbios intestinales comensales (residentes del intestino que suelen ser inofensivos) pueden desencadenar la inmunidad de tipo 2 en ratones. Este hallazgo sugiere que, en enfermedades específicas, como alergias alimentarias y enfermedad inflamatoria intestinal (EII), los microbios comensales pueden contribuir a los síntomas provocados por las respuestas inmunitarias de tipo 2.
"El microbioma intestinal desempeña un papel importante en el desarrollo de alergias alimentarias y EII", confirma Hinterleitner. "Es posible que, con estudios adicionales, la identificación de microbios que inducen Gasdermin C se utilice como marcador o predictor del riesgo de alergias alimentarias".
DOI: 10.1016/j.immuni.2025.06.018