MADRID, 9 May. (EDIZIONES) -
Todos queremos tener la mejor memoria posible y durante más tiempo. Pero no somos conscientes de que muchas veces lo que hacemos en nuestro día a día puede perjudicarla, o por el contrario la estamos favoreciendo.
Para comprender un poco mejor su funcionamiento charlamos en Infosalus con Nazareth Castellanos, madre, neurobióloga y especialista en Neurociencia, así como directora de investigación del laboratorio Nirakara-Lab de la cátedra Mindfulness y Ciencias cognitivas de la Universidad Complutense de Madrid.
Acaba de publicar 'Alicia y el cerebro maravilloso. Un cuento para entender lo que pasa en tu cabeza' (Penguin Random House), un libro que ha escrito y dirigido a los más pequeños de la casa porque, según asegura, "aprender cómo funciona el cerebro ayuda a hacerlo crecer y a utilizarlo bien".
En él recuerda que el cerebro es el principal responsable de nuestra memoria: "Aprender algo es como hacer jardinería en nuestro cerebro: unas ramas se cortan y otras crecen; lo mismo pasa con las raíces. La capacidad de transformación del cerebro se llama 'plasticidad'. No solo aprendemos a leer, a escribir, o a jugar con la pelota. También puedes aprender a ser bueno con los demás, a cuidarte y a estar más feliz".
DÓNDE SE ALBERGA LA MEMORIA Y CÓMO FUNCIONA
Aunque señala que hoy en día en la Neurociencia se ha abandonado esa idea de que cada función está en un sitio u otro del cerebro, sí dice que es verdad que se piensa que hay áreas cerebrales que tienen más importancia sobre unos procesos que sobre otros.
Así, recuerda que en el centro del cerebro hay una zona llamada 'hipocampo', similar a un caballito de mar, que en la mitología era mitad caballo mitad pez, y resalta que se trata de la parte del cerebro más importante para aprender y para la memoria. "Cuando haces gimnasia o cuando estudias, ese caballito de mar crece y eres más listo. En el área de la memoria, aunque están muy involucradas muchas zonas del cerebro, la parte más importante es el hipocampo", añade.
Es una estructura que, por ejemplo, dice que en la enfermedad Alzheimer sufre atrofia, se encoge, al tiempo que subraya que se trata de la parte más involucrada en la memoria y, por tanto, es la más involucrada en el aprendizaje. "Es la zona del cerebro con más densidad de neuronas. Tiene el mayor empaquetamiento neuronal y donde hay más plasticidad neuronal, es decir la capacidad de comunicarse entre las neuronas", agrega la neurocientífica.
En el cerebro, como adelantó Ramón y Cajal, lo importante no es la neurona en sí, que las descubrió él, sino las conexiones entre ellas, las redes que forman, según aclara. "Entonces cuando nosotros estamos aprendiendo algo se genera una red en el hipocampo que es la que va a codificar ese aprendizaje, ese recuerdo. Por eso es tan importante que el hipocampo sea muy ágil porque necesita que esas redes se formen de forma ágil", agrega.
CÓMO REFORZAR NUESTRA MEMORIA
Defiende Castellanos en este sentido que lo que más repercute en la agilidad o plasticidad del hipocampo es la dieta y el ejercicio físico, por lo que lo importante es su capacidad de formar esas redes que van a codificar aquello aprendido y que voy a recordar.
En este punto, sostiene esta neurocientífica que hay personas que tienen mejor memoria que otras primero por factores genéticos, pero también indica que influyen muchos factores de aprendizaje, es decir cuanto más aprende el cerebro más se acostumbra a aprender y se vuelve más ágil.
"Hay factores del estilo de vida, como la influencia del intestino o del ejercicio físico, gran protector de la memoria, y ahora se considera científicamente dentro de la medicina preventiva para personas con mayor riesgo de padecer Alzheimer", destaca.
Con todo ello, esta experta resalta que la memoria también podemos cultivarla, pero no solo intelectualmente, sino también a través de nuestro estilo de vida, porque el hipocampo es de las zonas que más influencia recibe del organismo, es decir, resto de los órganos. "De forma que comer bien es también una forma de cuidar la memoria. Esto se dice porque el intestino influye en los factores de crecimiento neuronal del hipocampo", precisa.
QUÉ ES LO QUE MÁS LA PERJUDICA A NUESTRA MEMORIA
Por contra, Nazareth Castellanos recuerda que por ejemplo la falta de sueño y la maternidad producen alteraciones en el hipocampo, y durante al menos dos años este no está en sus máximos; pero después también pueden mermar nuestra memoria factores del estilo de vida como el no dormir bien, el cansancio, o el estrés crónico.
Según advierte, este es el "principal enemigo del hipocampo" porque si se convierte en costumbre, cuando lo tenemos se libera cortisol y este inhibe la actividad hipocampal, de forma que lo que sucede cuando uno está estresado tendrá menos probabilidad de ser recordarlo, que lo que sucede cuando no se está estresado.
Otro de los factores que influye en la memoria es la atención, de forma que cuando hago algo con atención el hipocampo está más activo, pero si lo hago en piloto automático mi hipocampo está más inhibido. "Se llama la 'amnesia por lo automático'", resalta esta especialista.
POR QUÉ TENEMOS PEOR MEMORIA CON LA EDAD
Preguntada esta directora de investigación del laboratorio Nirakara-Lab sobre por qué nuestra memoria empeora con la edad responde que esto se debe principalmente a que una de las primeras zonas que envejece en nuestro es el hipocampo y la corteza frontal del cerebro. "Se trata de dos zonas muy involucradas en recuperar la memoria como en guardarla, así que empiezan a envejecer antes que las demás", recalca.
Ahora bien, defiende que este envejecimiento no tiene por qué ser patológico, sino que forma parte del proceso natural del cuerpo, aunque subraya que en este proceso también repercute el que conforme nos hacemos mayores nuestra capacidad de atención se reduce y la atención y la memoria van de la mano.
"Por eso es tan importante el estilo de vida a lo largo de toda la vida, pero especialmente cuando empezamos a envejecer, que según la Neurociencia lo empezamos a hacer a los 39. Entonces por eso hay que cuidarse siempre para mantenerlo activo", destaca esta experta.
Confiesa que ha escrito este libro porque cree que la memoria es el "proceso psicológico más importante", "¿qué somos si no somos memoria?, y como vía para explicársela a los niños, que vean que la memoria y la emoción están muy relacionadas, y sobre todo que empiecen a prestar atención a lo que memorizan o no y sobre su capacidad de regular su propio organismo. "Es un enfoque más cercano y humanista que nos acerca a como somos y sobre todo a conocernos a nosotros mismos", sentencia Nazareth Castellanos.