MADRID 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un tratamiento de estimulación nerviosa para la apnea obstructiva del sueño que originalmente fue aprobado sólo para personas con índices de masa corporal (IMC) en el rango saludable recientemente se amplió a pacientes con IMC de hasta 40, un rango de peso generalmente descrito como severamente obeso. Un IMC saludable oscila entre 18,5 y 24,9.
Los criterios de elegibilidad ampliados para el tratamiento brindan a más pacientes con apnea del sueño acceso a la terapia cada vez más popular, conocida como estimulación del nervio hipogloso. Sin embargo, una nueva investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos) indica que la probabilidad de que el tratamiento de estimulación nerviosa tenga éxito disminuye significativamente a medida que el peso del paciente aumenta por encima de un rango saludable.
El estudio, que aparece en 'JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery' , se basa en un análisis retrospectivo del éxito del tratamiento en 76 pacientes con apnea del sueño con un IMC inferior a 35. "Nuestro estudio muestra que cuanto más sobrepeso tenga, es menos probable que el tratamiento de estimulación nerviosa sea eficaz para tratar la apnea del sueño", afirma el autor principal Eric C. Landsness, profesor asistente de Neurología. "No estoy diciendo que no debamos colocar este dispositivo en pacientes con un IMC de 38 o 40. Pero mi trabajo como médico es ayudar a los pacientes con sobrepeso a tomar una decisión informada, comprender mejor sus probabilidades de éxito y darse cuenta de que las posibilidades de que funcione para ellos pueden ser mucho menores".
La apnea del sueño se trata con mayor frecuencia con una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) junto a la cama, que mantiene las vías respiratorias abiertas a través de una manguera de respiración y una mascarilla facial ajustada. Las máquinas CPAP son eficaces, pero pueden ser ruidosas e incómodas y, en gran medida, impopulares. Aproximadamente la mitad de quienes prueban este enfoque no lo logran. Para muchos pacientes, la estimulación del nervio hipogloso parece una alternativa atractiva a las máquinas CPAP. La terapia es impulsada por un pequeño dispositivo que funciona con baterías y que se implanta justo encima de las costillas.
Se pasa un pequeño cable internamente por el pecho hasta la mandíbula, donde se conecta con el hipogloso, un nervio que controla los músculos de la lengua responsables de mantener abiertas las vías respiratorias superiores durante el sueño. Cada vez que el paciente respira, el dispositivo envía impulsos eléctricos al nervio hipogloso, lo que hace que la lengua avance lo suficiente para evitar las obstrucciones de las vías respiratorias que provocan la apnea del sueño.
El primer dispositivo de estimulación del nervio hipogloso (nombre de marca Inspire) fue aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA) en 2014 para su uso en pacientes con un IMC inferior a 25 cuya apnea del sueño de moderada a grave no ha respondido al tratamiento con otras terapias más establecidas. Desde entonces, los requisitos de elegibilidad se han relajado: la FDA ahora permite que el dispositivo se use en pacientes con un IMC de hasta 40 y Medicare brinda cobertura para pacientes con un IMC de hasta 35.
Landsness, un investigador que trata a pacientes con apnea del sueño, se sorprendió por los cambios en los criterios de elegibilidad. Para comprender cómo funciona el dispositivo en personas de distintos tamaños, él y sus colegas realizaron una evaluación independiente utilizando datos de 78 personas con IMC de hasta 35 que recibieron implantes del dispositivo de estimulación nerviosa en el Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Washington (Estados Unidos) entre 2019 y 2023.
El hallazgo principal del estudio fue que, en general, el dispositivo funciona. Tres de cada cuatro pacientes mostraron una mejora significativa en los síntomas de apnea en el año siguiente a la implantación. La mayoría de los participantes del estudio experimentaron reducciones de los síntomas de al menos un 50%, y muchos mostraron reducciones dramáticas a niveles casi normales o leves de apnea del sueño.
Sin embargo, entre los participantes del estudio con sobrepeso y un IMC de 32 a 35, los resultados fueron menos positivos, y se estimó que la probabilidad de un tratamiento exitoso era un 75% menor que la de los participantes del estudio con un IMC más bajo. "El índice de masa corporal es claramente un factor importante para predecir si la estimulación del nervio hipogloso funcionará para un paciente individual", matiza Landsness. "Nuestro estudio muestra una relación casi lineal entre el IMC y el éxito del tratamiento. Por cada unidad de IMC que aumenta por encima de 32, las probabilidades de un tratamiento exitoso disminuyen aproximadamente un 17%".
"Tenemos pacientes que acuden a nosotros y realmente quieren este tratamiento, porque lo ven como una alternativa a la CPAP que les cambia la vida", finaliza Landsness. "Ciertamente puede funcionar para algunas personas, pero no queremos recomendarlo a pacientes si existe la posibilidad de que su IMC afecte la utilidad del dispositivo".