La aparición de síntomas del síndrome metabólico es mayor en la adolescencia

Expertos advierten de la sobreexcitación y obesidad como principales riesgos de las bebidas energéticas
HOSPITAL VITHAS NISA 9 DE OCTUBRE
Publicado: lunes, 22 abril 2019 13:30


MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

El riesgo de aparición de algunos componentes y síntomas del síndrome metabólico es mayor en la pubertad, según ha explicado el doctor Francisco Maravall Royo, endocrino del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime (Madrid), ya que la grasa corporal, la presión arterial y los lípidos se ven afectados por las hormonas del crecimiento y desarrollo, en presencia de sobrepeso y un estilo de vida sedentario.

Este síndrome es un conjunto de factores de riesgo cardiovacular provocado por el exceso de grasa abdominal que conlleva una resistencia a la insulina, por lo que puede aparecer componentes diabetes tipo 2, alta presión arterial, colesterol o ácido úrico. En España 1 de cada 10 jóvenes tienen síndrome metabólico, lo que se prevé que incremente debido al sedentarismo y las pautas nutricionales actuales.

"El síndrome metabólico es una señal de advertencia temprana, no es una enfermedad. De hecho, las personas que lo tienen suelen encontrarse bien, pero es una señal indicativa de que podría llegar a tener problemas de salud graves en un futuro, por eso es fundamental la concienciación en los jóvenes y sus familias", ha explicado el doctor.

Su diagnóstico es "fundamental" para detectar riesgo de sufrir complicaciones como enfermedades cardíacas, diabetes u otras patologías futuras, y para prevenir estas patologías en la edad adulta. En este sentido, el experto ha destacado que el sobrepeso es un factor fundamental y que algunas personas tienen mayor tendencia genética a presentar algunos de los síntomas.

Por ello, para descartar hipótesis y conseguir el diagnóstico más temprano el doctor Maravall ha destacado la importancia de realizar análisis de sangres para medir el nivel de azúcar y colesterol, medir la presión arterial y calcular el IMC.

En este sentido, ha facilitado una serie de recomendaciones para su prevención, como beber mucha agua en lugar de refrescos y llevar una dieta equilibrada rica en grasas saludables, frutas, vegetales, hortalizas y legumbres que ayuden a controlar el peso y la presión arterial. Asimismo, ha destacado la importancia de realizar deporte tres veces por semana.