MADRID, 23 May. (EDIZIONES) -
Los psicodélicos no están muy bien vistos en nuestra sociedad actual y esto viene del pasado, de los años 60-70, una época en la que los jipis los tomaron por bandera para alinearse a diferentes movimientos sociales del momento y cuyo uso descontrolado trajo problemas.
No obstante, y fruto de una mayor evidencia científica, se está produciendo una auténtica revolución con los psicodélicos, una herramienta o alternativa para tratar enfermedades de salud mental como la ansiedad, el estrés, la depresión, el síndrome de estrés postraumático, o las adicciones.
Así lo defiende durante una entrevista con Europa Press Salud Infosalus Antón Gómez-Escolar, un auténtico gurú de los psicodélicos, psicofarmacólogo, investigador, asesor científico y divulgador especializado en drogas, y salud mental, creador del canal '@drogopedia', además de extrabajador en la Agencia Europea de Drogas, o en proyectos de monitoreo de drogas para la UE.
Este experto desarrolla esta idea, este "enorme potencial" terapéutico de los psicodélicos, en contextos controlados (muy importante este apunte), y en combinación con la psicoterapia, para lograr un tratamiento eficaz de los problemas de salud antes citados, en 'Expande tu mente' (Grijalbo), motivo por el que le entrevistamos. Precisamente, cuenta que él mismo, y gracias a una terapia controlada con psicodélicos, superó una depresión que con terapia y fármacos convencionales no le fue posible hacerlo. Un hecho que le llevó, a partir de su especialización académica en psicofarmacología y drogas , a investigar, formarse y divulgar sobre el 'poder' de estas sustancias.
CÓMO FUNCIONAN LOS PSICODÉLICOS
Nos explica que los psicodélicos son una familia de drogas, antiguamente llamadas 'alucinógenas', que tienen la particularidad de que alteran "muy profundamente" la percepción y el funcionamiento del cerebro durante horas, de manera que se pueden usar "de forma productiva" para potenciar lapsicoterapia ante determinados trastornos.
"Reducen la actividad de una región del cerebro, la red neuronal por defecto, y al hacerlo cambian temporalmente la forma en la que se comunica todo el cerebro, que pasa de estar automatizado, segmentado yespecializado , a unificarse, dandolugar a una forma de ver el mundo y a uno mismo muy diferente a la que tenemos en un estado de conciencia ordinario", describe Gómez-Escolar.
Así, insiste en que esta nueva forma de ver los problemas permite a los pacientes cambiar la perspectiva sobre los mismos, y facilita un cambio posterior en el propio trastorno: "Ese cambio mental permite romper con los patrones rígidos de pensamiento, como la rumiación, que están tan presentes en la depresión, o en las adicciones, por ejemplo. Además, estas sustancias también producen un aumento temporal de la neuroplasticidad y la neurogénesis, facilitando que el cerebro se pueda reconfigurar de forma más rápida y duradera; siendo algo muy valioso si se combina con psicoterapia".
Aquí resalta este psicofarmacólogo que una de las ventajas de estos tratamientos es que hablamos de "experiencias puntuales", que adecuadamente gestionadas en terapia, pueden dar lugar a "resultados duraderos", y que no requieren del uso de estos fármacos de forma continua, sino que, en este caso, es suficiente con una, dos, o tres sesiones, y la persona no necesita tomar estos psicodélicos más.
Eso sí, revela que estos tratamientos no son para todo el mundo, sino para pacientes que hayan pasado un cribado para descartar riesgo de algunos trastornos psiquiátricos latentes como la psicosis y que, además, se les haya hecho una adecuada preparación psicológica para maximizar sus beneficios y minimizar los riesgos de tener una experiencia difícil o un mal viaje durante su empleo.
UNA EVIDENCIA CADA VEZ MÁS AVANZADA
Destaca a su vez este experto en psicodélicos que la evidencia científica sobre los psicodélicos está "cada día más consolidada", y aunque el nivel de desarrollo de las investigaciones depende de cada país, en general, muchos de los ensayos clínicos ya se encuentran en fase 3, es decir, en la última fase previa a su autorización de uso médico para algunas indicaciones, "de manera que la evidencia a día de hoy es bastante sólida en muchas de estas sustancias".
Habla por ejemplo de la 'esketamina', ya autorizada para fines terapéuticos médicos en la UE y en Estados Unidos desde 2019, y en nuestro país disponible en los hospitales públicos desde el 2022. En el caso de la 'psilocibina', una sustancia alucinógena presente en algunas setas y empleada contra la depresión, dice que se encuentra también en la última fase de ensayos clínicos en la UE, y en algunos estados de Estados Unidos o Australia ya puede emplearse desde 2023 para tratar esta enfermedad de manera legal; así como el MDMA (más conocido como éxtasis), aunque en este caso para el tratamiento del estrés postraumático.
"En general, aunque haga falta seguir investigando mucho más, ya hay una evidencia bastante sólida y prometedora de su eficacia y seguridad en base a los resultados obtenidos, y es cuestión de tiempo que vayan siendo autorizados para uso médico", incide Antón Gómez-Escolar.
¿Por qué entonces el profesional sanitario que trata principalmente las patologías de salud mental es tan reacio a su empleo?, le preguntamos a este experto. A su juicio, esto es así por ser en su mayoría sustancias no autorizadas todavía para uso médico, por la falta de información científica actualizada en muchos casos, así como por esa mochila de prejuicios heredada de los 60-70, "donde hubo información poco científica en torno a ellos, así como una campaña de desprestigio basada en sensacionalismo y en los problemas por su uso descontrolado".
"Sin olvidar sus riesgos reales, hoy en día se ha demostrado que muchos fueron exageraciones o informaciones sesgadas; pero, sí se ha quedado mucha mitología dañina en torno a ellos", advierte este psicofarmacólogo. Ve igualmente normal que los profesionales sanitarios de este ámbito sean reacios a su empleo porque "queda mucho por investigar, desmitificar, y educar sobre estas sustancias y sus riesgos reales".
Reconoce que, el empleo de estas sustancias conlleva una serie de riesgos e incertidumbres, "una desventaja de cara a que un profesional de la salud escoja estos métodos", si bien indica este psicofarmacólogo que, con la formación debida, y en el contexto clínico correcto, estos riesgos son más controlables, que en otros de uso recreativo.
"Hay mucha evidencia científica sobre los riesgos de los psicodélicos, que viene de su uso en contextos de ocio y descontrolados, y por eso tenemos una imagen de mayor riesgo hacia estas sustancias del que vayan a tener en los contextos clínicos realmente. Tanto es así que en la mayor parte de los estudios científicos no está habiendo problemas en el manejo de estas sustancias, que sí los hay en los contextos recreativos", mantiene.
¿Y SI QUIERO TRATARME CON PSICODÉLICOS QUÉ DEBO HACER?
En España, actualmente, sólo está aprobada la esketamina como hemos contado antes. Entonces, si has tenido un tratamiento previo con antidepresivos y no respondes bien dice Gómez-Escolar que eres un 'paciente resistente a los tratamientos' y puedes solicitar al psiquiatra someterte a terapia con esta sustancia, que es "el primer tratamiento psicodélico legal disponible en España". Eso sí, advierte de que, "dentro de estas sustancias alucinógenas contra la depresión la esketamina no parece que vaya a ser la más eficaz, si se compara con las que todavía están en investigación, pero al menos ésta sí está autorizada".
Otra opción para los pacientes es acudir a los ensayos clínicos que se están realizando en hospitales de nuestro país, y con diferentes sustancias psicodélicas, como la psilocibina y la 5-MeO-DMT (procedente del veneno de sapo) para tratar la depresión y la ansiedad. "En España también hay terapeutas que ya lo están haciendo de forma 'underground'", apostilla.
A su vez, señala este experto en psicodélicos que hay muchas personas que también están acudiendo al extranjero, donde están autorizadas algunas de estas sustancias alucinógenas, poniendo el ejemplo de Holanda, donde se celebran retiros dentro de la ley, o incluso en algunas islas del Caribe hay retiros con empresas que ya tienen diseñados paquetes que incluyen el viaje, el tratamiento, y el trabajo posterior psicoterapéutico.