La anestesia no es más peligrosa para el cerebro en dosis más altas y prevendría despertares intraoperatorios

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Publicado: jueves, 13 junio 2024 7:30

MADRID 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

Minimizar la anestesia durante la cirugía en adultos mayores no previene el delirio postoperatorio según un trabajo de la Universidad de Washington (Estados Unidos). En concreto, tal y como publica ‘Journal of the American Medical Association’ (JAMA), estos nuevos hallazgos respaldan un estudio anterior que indica que la anestesia no es más peligrosa para el cerebro en dosis más altas que en dosis más bajas, según los investigadores.

El nuevo estudio informa los resultados de un ensayo clínico multicéntrico de más de 1.000 pacientes mayores que se sometieron a cirugía cardíaca en cuatro hospitales de Canadá. Los investigadores de estos hospitales, en colaboración con colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, descubrieron que la cantidad de anestesia utilizada durante la cirugía no afectó el riesgo de delirio posoperatorio, un estado que puede contribuir al deterioro cognitivo a largo plazo.

"La preocupación de que la anestesia general dañe el cerebro y cause trastornos cognitivos postoperatorios tempranos y duraderos es una de las principales razones por las que los adultos mayores evitan o retrasan los procedimientos para mejorar la vida", expone como motivo del estudio Michael S. Avidan, profesor de Anestesiología y jefe del Departamento de Anestesiología de la Universidad de Washington. "Nuestro nuevo estudio contribuye a otra evidencia convincente de que dosis más altas de anestesia general no son tóxicas para el cerebro. Disipar el mensaje engañoso y generalizado de que la anestesia general causa trastornos cognitivos tendrá importantes implicaciones para la salud pública al ayudar a los adultos mayores a tomar decisiones acertadas con respecto a las cirugías esenciales, lo que promoverá y mantendrá vidas más saludables".

Históricamente, la dosis de anestesia administrada ha sido un equilibrio cuidadosamente calculado entre muy poca y demasiada. La administración de una cantidad inadecuada pone a los pacientes en riesgo de experimentar conciencia intraoperatoria. A pesar de los avances en el cuidado de la anestesia, aproximadamente 1 de cada 1000 personas todavía se despierta involuntariamente durante la cirugía sin poder moverse o indicar su dolor o angustia. Esto puede provocar sufrimiento y trauma emocional de por vida.

"La buena noticia es que la angustiosa complicación de la conciencia intraoperatoria se puede prevenir de manera más confiable", insiste Avidan, autor principal del estudio. "Los anestesistas ahora pueden administrar con confianza una dosis suficiente de anestesia general, proporcionando un margen de seguridad en caso de pérdida del conocimiento, sin preocuparse de que esto ponga en riesgo el cerebro de sus pacientes. La práctica de la anestesia general debería cambiar según la creciente evidencia tranquilizadora".

Estudios anteriores más pequeños han sugerido que demasiada anestesia podría ser la culpable del delirio posoperatorio, un problema neurológico que implica confusión, alteración de la atención, paranoia, pérdida de memoria, alucinaciones y delirios, entre otros síntomas. El delirio, una complicación posoperatoria común que afecta aproximadamente al 25% de los pacientes mayores después de cirugías mayores, puede resultar angustiante para los pacientes y sus familiares. Por lo general, es temporal, pero se ha relacionado con estancias hospitalarias y en cuidados intensivos más prolongadas, otras complicaciones médicas, un deterioro cognitivo persistente y un mayor riesgo de muerte.

Para estudiar el impacto de minimizar la anestesia en el delirio posoperatorio, Avidan y sus colegas realizaron previamente un estudio clínico similar en más de 1200 pacientes quirúrgicos mayores en el Hospital Barnes-Jewish de St. Louis (Estados Unidos). Los investigadores utilizaron un electroencefalograma (EEG) para monitorear la actividad eléctrica en el cerebro de los pacientes durante una cirugía mayor y ajustaron los niveles de anestesia para prevenir la supresión de la actividad cerebral, considerada un signo de niveles excesivos de anestesia. Descubrieron que minimizar la administración de anestesia no prevenía el delirio posoperatorio.

Para ampliar los resultados de su ensayo clínico en un solo hospital, Avidan colaboró ??con Alain Deschamps, profesor de anestesiología en la Universitè de Montreal en Montreal (Canadá), y un equipo de investigadores clínicos canadienses, para llevar a cabo el ensayo multicéntrico con pacientes en cuatro hospitales en Canadá: en Montreal, Kingston, Winnipeg y Toronto.

En este ensayo clínico aleatorizado participaron 1.140 pacientes sometidos a cirugía cardíaca, procedimientos de alto riesgo con una alta tasa de complicaciones postoperatorias. Aproximadamente a la mitad de los pacientes se les ajustó la anestesia en función de la actividad eléctrica en el cerebro, y el otro grupo de pacientes recibió la atención habitual sin monitorización EEG. El primer grupo estuvo expuesto a casi un 20% menos de anestesia que el último grupo y también tuvo un 66% menos de tiempo con actividad cerebral eléctrica suprimida, pero en ambos grupos, el 18% de los pacientes experimentó delirio en los primeros cinco días después de la cirugía. Además, la duración de las estancias hospitalarias, la incidencia de complicaciones médicas y el riesgo de muerte hasta un año después de la operación no fueron diferentes entre los pacientes de los dos grupos de estudio. Sin embargo, casi un 60% más de pacientes en el grupo que recibió menos anestesia tuvieron movimientos indeseables mientras sus cirujanos estaban operando, lo que podría haber afectado negativamente las cirugías.

"Se ha pensado que la anestesia general profunda suprime excesivamente la actividad eléctrica del cerebro y provoca delirio postoperatorio", expone Avidan. "En conjunto, nuestros dos ensayos clínicos, que incluyeron a casi 2.400 pacientes quirúrgicos mayores de alto riesgo en cinco hospitales de Estados Unidos y Canadá, disipan la preocupación de que una dosis más alta de anestésico general incurra en un costo neurotóxico", señala.

"Es probable que el delirio sea causado por factores distintos a la anestesia general, como el dolor y la inflamación asociados con la cirugía. Las investigaciones futuras deberían explorar otras vías para prevenir el delirio posoperatorio. Pero ahora podemos asegurarles con confianza a nuestros pacientes que pueden solicitar y esperar estar inconscientes, inmóviles y sin dolor durante los procedimientos quirúrgicos, sin preocuparse de que la anestesia general dañe sus cerebros", concluye.