MADRID 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación de la Universidad de Queensland, en Brisbane, Australia, ha demostrado que las alucinaciones visuales en personas con degeneración macular (DM) se asocian con una actividad anormalmente elevada en la corteza visual del cerebro. Los hallazgos, publicados en la revista 'Current Biology', podrían mejorar el diagnóstico de esas alucinaciones.
La degeneración macular es una enfermedad ocular de la retina que causa un deterioro progresivo de la región central de la retina, que conduce a una pérdida visual en el centro del campo de visión, mientras que la visión periférica generalmente no se ve afectada. En Australia, la degeneración macular es la principal causa de ceguera legal en personas mayores de 40 años.
Curiosamente, muchas personas que desarrollan degeneración macular continúan desarrollando una afección conocida como Síndrome de Charles Bonnet, en la cual experimentan alucinaciones a medida que el cerebro se adapta a una pérdida significativa de la visión. Las alucinaciones pueden ser patrones geométricos simples o escenas mucho más complejas que involucran animales, personas y lugares.
Ha quedado poco claro por qué algunas personas con DM experimentan alucinaciones, mientras que otras no, pero ha habido sugerencias de que los niveles de actividad, o "excitabilidad", de ciertas regiones visuales del cerebro podrían desempeñar un papel. Para abordar esto, el profesor Jason Mattingley y su equipo del Instituto de Cerebro de la Universidad de Queensland y la Escuela de Psicología estimularon los campos visuales periféricos de los participantes del estudio y encontraron que las personas con alucinaciones muestran una actividad significativamente mayor en partes particulares de su sistema visual.
"Usamos la electroencefalografía (EEG) para medir la actividad eléctrica cerebral en tres grupos: un grupo con degeneración macular y alucinaciones de Charles Bonnet, un grupo con degeneración macular y sin alucinaciones, y un grupo control de personas ancianas visualmente sanas --explica el primer autor del trabajo, David Painter--. Su tarea era mirar letras que aparecían en la pantalla en su periferia, y mostramos tableros de ajedrez a frecuencias únicas en la pantalla. Encontramos que estos tableros de ajedrez produjeron oscilaciones únicas en áreas visuales del cerebro que podemos medir usando técnicas matemáticas".
"El hallazgo principal es que cuando conducimos la actividad en el sistema visual de las personas con degeneración macular que reportan haber experimentado alucinaciones, hay una gran respuesta visual en comparación con los participantes que tienen la misma pérdida visual pero que no sufren alucinaciones", subraya.
CEREBROS MÁS EXCITABLES EN QUIENES SUFREN ALUCINACIONES
El doctor Painter observa que, aunque las personas con degeneración macular que experimentan alucinaciones demostraron hiperexcitabilidad visual, la traducción de esta hiperexcitabilidad en alucinaciones no fue automática y depende de desencadenantes externos que aún no se conocen. "Durante la prueba, ninguno de nuestros participantes experimentó alucinaciones, por lo que no es que el aumento de la excitabilidad del cerebro produzca alucinaciones, es otro factor", dice.
Y agrega: "A veces, las personas tienen estas alucinaciones cuando se encuentran en periodos de estimulación sensorial baja, como en condiciones de poca luz o periodos de inactividad, pero para otros, esto puede desencadenarse por cosas como viajes en coche o ver la televisión, con variaciones según el individuo. Lo que nuestros resultados dicen es que los cerebros de quienes sufren alucinaciones son más excitables, pero aún no está claro cómo se traduce esa emoción en alucinaciones. Esa es una pregunta para futuras investigaciones".
Los hallazgos podrían ayudar a reducir el diagnóstico erróneo de alucinaciones en personas con DM. "Cuando las personas envejecen y comienzan a tener estas experiencias inusuales, a menudo les preocupa que les pase algo malo, como desarrollar demencia o algo similar, por lo que tienden a no informar sobre las alucinaciones por temor a que puedan tratarse de manera diferente", apunta Painter.
"Los médicos a veces tampoco reconocen la enfermedad y, por lo tanto, pueden dar a las personas medicamentos inapropiados; pero nuestro método potencialmente nos permite detectar a personas que podrían tener el Síndrome de Charles Bonnet al observar la excitabilidad de su cerebro en respuesta a los estímulos parpadeantes", destaca.
Y concluye: "Una vez que las personas se dan cuenta de que no es un trastorno cerebral como tal, tienden a tener una experiencia neutral o incluso positiva de sus alucinaciones. A diferencia de las alucinaciones en personas con esquizofrenia, por ejemplo, las personas con síndrome de Charles Bonnet son conscientes de que sus alucinaciones no son reales".