MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente y la Universidad Erasmus de Rotterdam, en Países Bajos, han recurrido a un modelo en ratones para comprobar los efectos para la salud de las alteraciones del ritmo circadiano causadas por cambios bruscos de horario.
Estudios previos han apuntado al riesgo que puede causar el 'jet-lag' cuando se produce de forma continuada, al igual que los turnos de trabajo que conllevan nocturnidad, y se han asociado desde a un aumento de peso al desarrollo de algunos tumores. Sin embargo, influyen muchas otras variables y es complejo definir si estas alteraciones están relacionadas o son la causa de estos trastornos.
En este trabajo, cuyos resultados publica la revista 'Current Biololgy', han utilizado un modelo experimental con ratones para someterlos a las alteraciones del ritmo circadiano que sufren los humanos cuando se alteran sus ciclos de luz-oscuridad.
En este primer estudio, analizaron un grupo de ratones hembra con una predisposición genética al cáncer de mama similar a la que produce en las mujeres la mutación p53 del gen BRCA. Normalmente estos roedores tardarían en desarrollar el tumor unas 50 semanas, pero con la alteración del ritmo circadiano se desarrolló unas 8 semanas antes. Además, ganaron un 20 por ciento más de peso.
"Los cambios son un factor determinante para el desarrollo del cáncer de mama, un aumento de peso y otros problemas metabólicos", ha explicado Bert van der Horst, autor principal del estudio, que reconoce que no hay muchos estudios a largo plazo en animales de este tipo, y en casi ninguno se había visto un efecto sobre el aumento de peso.
Además, los investigadores están buscando posibles marcadores biológicos en ratones y seres humanos que indiquen cuándo la alteración de los ritmos circadianos pueden causar más problemas al individuo que los sufre.