MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presencia de un observador cambia la forma en la que se comprende el lenguaje, que depende también de la personalidad de cada persona, según concluye un equipo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Centro Mixto (UCM-Instituto de Salud Carlos III) de Evolución y Comportamiento Humanos.
En el caso de las personas introvertidas, el procesamiento del lenguaje ante personas desconocidas se realiza de forma más integradora y creativa y la comprensión es más detallada que si la lectura se produjese en solitario. Sin embargo, en el caso de las personas extrovertidas, la compañía resultará irrelevante y la estrategia será igual de detallada y de sistemática tanto solo como acompañado.
"Generalmente, la comprensión del lenguaje, y la actividad cerebral ligada al mismo, se estudia en el laboratorio con participantes aislados sin tener en cuenta la personalidad de los participantes ni la presencia social. Probablemente, tanto el lenguaje como la inteligencia evolucionaron como respuesta a las demandas de la vida en sociedad de los primeros homínidos", señala la investigadora del departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento, Laura Jiménez Ortega.
Otra de las conclusiones del estudio, publicado en 'Language, Cognition and Neuroscience', señala que, independientemente de la situación social, aquellos individuos con sentido de responsabilidad alto (niveles altos de competencia, orden, necesidad de logro, sentido del deber, deliberación y autodisciplina) procesan con mayor facilidad y rapidez los errores sintácticos.
ELECTROENCEFALOGRAMA Y TEST DE PERSONALIDAD
Para comprobar el efecto de la compañía y de la personalidad en la comprensión del leguaje, se midió la actividad eléctrica cerebral mediante un electroencefalograma (EEG).
Los participantes leían oraciones correctas o que contenían errores sintácticos, la mitad del tiempo solos y la otra mitad acompañados. Al final del experimento rellenaban un cuestionario de personalidad.
Para los participantes introvertidos, en la situación social, ante errores sintácticos, apareció un patrón de actividad eléctrica característico del procesamiento semántico que se concibe como más creativo e integrado. Sin embargo, en la situación de aislamiento apareció una LAN (patrón de activad eléctrica cerebral) más automático y temprano, mientras que los extrovertidos presentaban una LAN tanto solos como acompañados.
"La comprensión del lenguaje es fundamental tanto en el desempeño profesional como escolar. En este caso, un introvertido se vería más influenciado por el ambiente social que un extrovertido, y las personas con un nivel de responsabilidad alto tendrían más facilidad para realizar tareas más sistemáticas y que requieren atención a los detalles", resume Jiménez Ortega.