MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El 80 por ciento de los niños sufre otitis antes de cumplir los dos años y alrededor del 60 por ciento ha padecido un cuadro de otitis antes del primer año de vida, según el especialista en Otorrinolaringología de IMQ, Iñigo Ucelay Gallastegui, que alerta que la enfermedad es la causa más frecuente de pérdida de audición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora este jueves el Día Mundial de la Audición. Una efeméride que pone de relieve, según se refleja en su Informe Mundial sobre la Audición, que más de 1.500 millones de personas en el mundo tienen algún grado de pérdida auditiva, de las cuales unos 430 millones presentan una pérdida de audición incapacitante.
Asimismo, en el informe se refleja que el número de personas con pérdida auditiva incapacitante puede duplicarse de cara al año 2050. Además, el porcentaje de personas afectas por este problema de
salud aumenta con la edad, siendo el grupo de mayores de 65 años el más prevalente.
"Se considera que existe una pérdida de audición cuando el umbral auditivo, es decir, la intensidad mínima de sonido capaz de impresionar el oído humano, supera los 20 decibelios (dB), siendo incapacitante aquella que supera los 35 dB", ha asegurado Gallastegui.
Las causas de la pérdida de audición son variables y dependen del grupo de edad. Una de ellas es la sordera de nacimiento. "En el País Vasco, uno de cada mil recién nacidos presenta sordera congénita. Las causas más frecuentes en este caso son las de origen genético y las infecciones intrauterinas. Otros factores de riesgo a destacar
son el bajo peso al nacer y las complicaciones en el parto. El bebé que no oye bien tendrá dificultades para hablar y comunicarse, lo que afectará a su desarrollo emocional, social y escolar", ha explicado el experto.
En la etapa adulta, la exposición al ruido a lo largo de la vida es determinante como acelerador del envejecimiento del oído. Otras enfermedades del oído como la otosclerosis o la enfermedad de Menire, que se desarrollan en edad adulta, son causas frecuentes de pérdida de audición, ha detallado el especialista.
"La sordera implica retraso en el lenguaje, sobre todo, si es congénita, pudiendo comprometer el desarrollo cognitivo y académico de los menores. Además, puede acarrear trastornos emocionales y empeorar las expectativas laborales y profesionales a cualquier edad. La sordera es un factor muy importante de aislamiento
social", ha manifestado.
Para prevenir la sordera, el experto remarca la importancia de la prevención, la detección y el tratamiento precoz. "En primer lugar, debemos concienciar a la población de la importancia de cuidar de
los oídos. De manera general, contamos con un programa de detección precoz de sordera infantil que permite diagnosticar pronto la sordera e iniciar el tratamiento y estimulación en edades tempranas, permitiendo el acceso al lenguaje oral y al desarrollo de sus capacidades de comunicación", ha expuesto.
En este sentido, también aconseja limitar la exposición a ambientes ruidosos, tanto laborales como de ocio, utilizar protección acústica adecuada y evitar o reducir la administración de medicamentos ototóxicos siempre que sea posible.