El 50% de los pacientes con Parkinson sufren ansiedad, apatía y depresión

Actualizado: martes, 19 octubre 2010 19:58

PAMPLONA 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Apatía, ansiedad y depresión figuran entre los trastornos psiquiátricos que afectan a más de la mitad de los pacientes parkinsonianos, según han explicado este martes expertos reunidos en el III Simposio sobre 'Trastornos cognitivos en la enfermedad de Parkinson' celebrado en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra.

Neurólogos de varios países acudieron a este congreso anual que organizaron los doctores María Cruz Rodríguez-Oroz y José Obeso, del CIMA y la Clínica Universidad de Navarra, junto con Laboratorios Lundbeck.

Asimismo, se debatió sobre el trastorno del control de los impulsos asociados al Parkinson, y de creciente frecuencia en la consulta del especialista. Se trata de una manifestación psiquiátrica adicional de la enfermedad que se muestra en el juego o las compras patológicas, comer en exceso y la hipersexualidad, entre otros.

Paul Krack, neurólogo de la Joseph Fourier University de Grenoble, recordó que el Parkinson "es mucho más que una enfermedad ligada a los problemas del movimiento". Su investigación se centra en la relación de la cantidad de dopamina que se administra a los pacientes y los síntomas neuropsiquiátricos de la enfermedad, ligados al sistema dopaminérgico. Éstos se han categorizado en conductas hiperdopaminérgicas, que son los trastornos del control de los impulsos, y en conductas hipodopaminérgicas, que engloban la apatía, la ansiedad y la depresión.

"En tratamientos con estimulación cerebral profunda, un tipo de cirugía en la que se implantan minúsculos electrodos en el cerebro, los pacientes experimentan una importante mejoría motora que permite reducirles la medicación. Se ponen entonces de manifiesto síntomas como apatía o depresión. Esto nos abre una ventana para entender la depresión y otros estados relacionados con la motivación en el Parkinson", manifiesta Krack.

En este sentido, aboga por tratar a los pacientes tanto desde el punto de vista motor como no motor, combinando para ello cirugía y tratamiento farmacológico y equilibrar los síntomas neuropsiquiátricos de la enfermedad.

El estudio de Paul Krack presentado en el simposio se centra en la apatía, la depresión y la ansiedad, asociados a la enfermedad del Parkinson. "Se pensó que la apatía aparecía como efecto secundario de la cirugía, pero hemos demostrado que esto no es así, sino que se debe a la reducción de medicación dopaminérgica, la responsable de esta manifestación", explicó.

Asimismo, señaló que para mejorar los síntomas motores trataron al paciente con estimulación cerebral profunda y retiraron la medicación con dopamina, ya que desaparecieron sus problemas motores y temblores.

Según explicó, "se produce lo que los especialistas denominamos una segunda luna de miel sin medicación, la primera la viven cuando comienza el tratamiento médico con dopamina". "Tras unos 4 meses, observamos que se desenmascaran los síntomas no motores de la enfermedad. Este proceso lleva un tiempo: apatía, depresión y ansiedad no aparecen en tres días", agregó.

Paul Krack encuentra en este punto un reto para la investigación: "El cerebro tiene una gran plasticidad y los efectos de los fármacos duran meses incluso después de retirar la medicación. Tener esto en cuenta en la enfermedad del Parkinson es un avance importante", apuntó.

Al concluir el encuentro científico, la María Cruz Rodríguez-Oroz, neuróloga del CIM A y la Clínica Universidad de Navarra, expuso que "en este simposio se ha profundizado en los aspectos neuropsiquiátricos de los pacientes con enfermedad de Parkinson, cuya fisiopatología es menos conocida, pero que recientemente se ha relacionado con el sistema dopaminérgico". "En este sentido, el uso de la cirugía en Parkinson no es un factor de riesgo de apatía o depresión, sino que con un adecuado manejo de los fármacos tras el tratamiento quirúrgico se puede evitar la aparición de estos trastornos", indicó.