MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio ofrece evidencia convincente de que reemplazar el tiempo que se pasa sentado por algo de actividad física, de cualquier intensidad o cantidad, reduce el riesgo de muerte prematura. La investigación, realizada desde el Centro Médico de la Universidad de Columbia (EEUU), demuestra que incluso con 30 minutos se obtienen grandes beneficios.
La investigación, publicada en 'American Journal of Epidemiology' y que ha analizado datos de alrededor de 8.000 adultos de mediana edad (45 años de media) y mayores, resalta la importancia del movimiento, independientemente de su intensidad o la cantidad de tiempo que pasen moviéndose, para una mejor salud.
"Nuestros hallazgos subrayan un importante mensaje de salud pública que indica que la actividad física de cualquier intensidad proporciona beneficios para la salud", ha señalado Keith Díaz, profesor asistente de medicina conductual en el Colegio de Médicos y Cirujanos de Vagelos de la Universidad de Columbia. y autor principal del artículo.
De acuerdo con un estudio reciente, aproximadamente uno de cada cuatro adultos pasa más de ocho horas al día sentados. En un artículo anterior, Díaz y su equipo descubrieron que los adultos que se sentaban por largos períodos de tiempo, una hora o más sin interrupción, tenían un mayor riesgo de muerte prematura que aquellos que eran sedentarios por el mismo tiempo total, pero Se levantó y se movió más a menudo.
También descubrieron que las personas que se sentaban durante menos de 30 minutos seguidos tenían el menor riesgo de muerte prematura, lo que sugiere que tomar descansos de movimiento cada media hora podría reducir su riesgo de muerte.
Los investigadores se propusieron, en esta nueva investigación, conocer cuanto tiempo y con qué intensidad se debe hacer ejercicio para contrarrestar los efectos nocivos de estar sentado.
En el estudio, los individuos analizados formaban parte de una investigación nacional de disparidades raciales y regionales y accidentes cerebrovasculares entre 2009 y 2013. Así, se usaron con ellos monitores de actividad durante al menos cuatro días para registrar la cantidad e intensidad de la actividad física y el tiempo de descanso. Los investigadores tabularon la tasa de mortalidad entre los participantes hasta el 2017. Utilizando estos datos, estimaron cómo la sustitución del tiempo dedicado a permanecer físicamente activo afectaría el riesgo de muerte temprana.
El estudio encontró que reemplazar solo los 30 minutos de estar sentado con actividad física de baja intensidad reduciría el riesgo de muerte prematura en un 17 por ciento, una disminución estadísticamente significativa. Cambiar la misma cantidad de sesiones por una actividad moderada a vigorosa sería el doble de efectivo, reduciendo el riesgo de muerte prematura en un 35 por ciento. Los investigadores también encontraron que cortas ráfagas de actividad, de solo un minuto o dos, proporcionaban también un beneficio para la salud.
"Si tienes un trabajo o un estilo de vida que implica mucho tiempo sentado, puedes reducir el riesgo de muerte prematura si te mueves con más frecuencia, durante el tiempo que desees y según lo permita tu capacidad, ya sea que se trate de alcanzar un máximo de una hora de intensidad o actividades de menor intensidad, como caminar", señala Díaz.
"En nuestro próximo estudio, planeamos analizar el riesgo de resultados cardiovasculares específicos, como el ataque cardíaco, la insuficiencia cardíaca y las muertes relacionadas con la enfermedad cardiovascular, asociadas con la actividad física versus el comportamiento sedentario", concluye.