MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El 30% del aumento de la obesidad infantil se concentra en la población con menos renta, según estima un estudio de la Universidad de Cantabria (UC) presentado en las XXXIX Jornadas de Economía de la Salud, que se están celebrando en Albacete bajo lema 'La transparencia es saludable: la importancia de la rendición de cuentas en Sanidad'.
"Los que menos renta tienen y sus descendientes están teniendo una peor alimentación, comiendo peor, comiendo más tarde, saltándose el desayuno y con mayor consumo de 'snacks' y comida basura", ha explicado uno de los responsables del trabajo, David Cantarero, profesor de Grupo de Investigación en Economía Pública y de la Salud de la Universidad de Cantabria.
Así, su estudio constata un "aumento muy preocupante" de la obesidad, según datos la Encuesta Nacional de Salud, con "diferencias enormes entre comunidades autónomas" y un "claro" factor de renta en las desigualdades. Cantarero ha recordado que "la obesidad infantil es una de las preocupaciones clave" de España, por lo que propone "empujoncitos" en políticas públicas, con "medidas que no costarían tanto dinero y que serían coste-efectivas".
Como ejemplo, plantea "evitar que en los colegios haya máquinas de vending con ese tipo de alimentos". "No se trata tanto de prohibirlo, como de hacer que sea más difícil conseguirlo", ha enfatizado este experto en economía de la salud.
Por su parte, otro estudio presentado en estas jornadas por el mismo investigador aporta nueva evidencia sobre los beneficios de un ejercicio físico "moderado pero continuado en el tiempo", no solo para la salud individual sino en forma de ahorros para el sistema de salud, sobre todo en grupos de mediana edad en adelante, a partir de los 45 años.
"Lo que encontramos es que aparte de aumentar el bienestar y la calidad de vida de las personas que responden que lo hacen, reducen la utilización sanitaria", ha asegurado Cantarero. Así, se han detectado dos reducciones en el consumo de recursos sanitarios, al reducir las
visitas al médico de cabecera, pero principalmente con una disminución de las visitas y estancias hospitalarias en comparación con las personas de la misma edad que no practican ejercicio.
En este sentido, la comparativa refleja que los ahorros más importantes se producen en la reducción de visitas y estancias en centros hospitalarios, porque mientras una visita en Atención Primaria puede costar 50 euros, en el hospital puede elevarse el coste hasta los 500 euros, lo que supone 10 veces más", ha detallado.
Por este motivo, Cantarero ha planteado políticas encaminadas a la promoción de la actividad física, a través de los 'nudges', subvenciones o deducciones que activen a las personas para que hagan ejercicio, o con planes específicos para el grupo de personas de 45 o más años, donde se reduce la utilización sanitaria y supone un ahorro para el sistema.