MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El 22 por ciento de los españoles afirma sentir estrés y ansiedad cuando no siguen su rutina y costumbres por un largo periodo de tiempo, como el ocasionado por el aislamiento social derivado de la pandemia, y el 21 por ciento asegura sentirse triste o decaído más a menudo a causa de ello, según el III Estudio de Salud y Estilo de Vida Aegon.
Por el contrario, el 34 por ciento de los encuestados declara que, en estas situaciones, se encuentra más relajado y en paz consigo mismo, y el 32 por ciento afirma que tiene más tiempo para conciliar vida laboral y personal.
Atendiendo por sexos, se observa que los hombres agradecen estas situaciones por tener más tiempo para conciliar la vida familiar (35,8%), aunque un 23 por ciento se aburre con más facilidad. Por su parte, las mujeres tienen sentimientos más negativos, ya que el 23,3 por ciento de afirma agobiarse al no seguir su vida habitual.
En función de las edades, los sentimientos de carácter negativo en estas situaciones de aislamiento social o fuera de la vida cotidiana por periodos prolongados afecta a los jóvenes. Por ejemplo, el 35,6 por ciento de la generación Z (nacidos a partir de 1994) y el 27,8 por ciento de los millennials (nacidos entre 1981 y 1993) confiesa sentir estrés y ansiedad. Por su parte, casi el 40 por ciento de la generación X (los que nacieron entre finales de los 60 y principios de los 80) destaca que tiene más tiempo para conciliar su vida personal, y los 'baby boomers' (nacidos en los 60), se sienten más relajados y en paz consigo mismos.
LAS MUJERES SON MÁS POSITIVAS
Dejando a un lado la pandemia, según este estudio de Aegon, los factores que más influyen en el cuidado del bienestar emocional en general son la positividad (25%) y la autoestima (19%), siendo principalmente las mujeres las que tienen este pensamiento. En cambio, los hombres dan más importancia a la situación económica y laboral (16,1%) y a la relación familiar y social (12,8%) a la hora de tener una buena salud emocional.
Ahora bien, si se atiende a las generaciones, los factores tienden a variar. Por ejemplo, los 'baby boomers' dan a la positividad (32,6%) y a las relaciones familiares (14,2%) una importancia por encima de la media, mientras que la generación Z destaca el valor de la alta autoestima (25,2%) y del control del estrés y/o la ansiedad (20,3%) sobre su bienestar emocional.
Por otro lado, la generación X otorga una relevancia por encima del promedio al estado de ánimo (15%) y las relaciones sociales (6,2%). Los millennials, por su parte, consideran que la autoestima (22,7%), la situación laboral y económica (19,1%) y el estrés y/o ansiedad (16,5%) son los factores que más influyen en su salud emocional, mientras que la positividad les afecta menos que a la media (14,9%).