MADRID 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) muestra un mayor riesgo de coágulos sanguíneos en las mujeres que tienen cualquier combinación de una mutación genética particular, el uso de estrógenos o condiciones médicas comunes, como obesidad, presión arterial alta, colesterol alto y enfermedad renal.
Las mujeres portadoras de la mutación genética Factor V Leiden (FVL) a las que se había recetado estrógenos presentaban más del doble de riesgo de coagulación sanguínea que las mujeres que no tenían esta mutación. Y casi el 20% de las mujeres portadoras del gen FVL, a las que se había recetado estrógenos y padecían dos enfermedades, sufrieron un coágulo sanguíneo.
La presencia del gen FVL supuso una diferencia sustancial en el riesgo, ya que sólo alrededor del 5% de las mujeres que tomaban estrógenos y padecían dos enfermedades sufrieron un episodio de coagulación.
El estudio, publicado en la revista 'iScience', también descubrió que una mujer con obesidad, hipertensión, colesterol alto y enfermedad renal --lo cual no es infrecuente en un entorno clínico-- tenía 8 veces más probabilidades de sufrir un coágulo sanguíneo en comparación con una mujer sin ninguna de estas afecciones.
Así, aproximadamente una de cada seis mujeres con las cuatro afecciones del estudio sufría un coágulo sanguíneo. Tres enfermedades suponían cinco veces más probabilidades de coagulación, y dos, dos veces más. Una de cada tres mujeres con la mutación del gen FVL y tres de las enfermedades examinadas también sufrió un coágulo sanguíneo.
Los investigadores examinaron los datos sanitarios de 20.048 mujeres británico-bangladeshíes y británico-paquistaníes del proyecto Genes & Health, un amplio estudio genético comunitario. Aunque se sabe que el uso de estrógenos, la TVF y las afecciones médicas comunes son factores de riesgo de coágulos sanguíneos, los estudios no han analizado el riesgo combinado de estos factores sobre la prevalencia de coágulos sanguíneos.
A las mujeres se les suelen recetar estrógenos, tanto a través de anticonceptivos orales que contienen la hormona como en el marco de la terapia hormonal sustitutiva para reemplazar los estrógenos que su cuerpo deja de producir durante la menopausia.
La doctora Emma Magavern, autora principal del estudio, de la Universidad Queen Mary de Londres, señala que "muchas mujeres tomarán estrógenos en algún momento de su vida. En general, se trata de un tratamiento muy seguro y, cuando se prescribe, son muchos más los aspectos positivos que los negativos, pero es posible que estas mujeres no sean conscientes del riesgo combinado de su genética y su estado general de salud y de cómo afecta a su riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo, que podría poner en peligro la vida de algunas personas", añade.
"Es importante que las mujeres dispongan de toda la información necesaria para tomar una decisión con conocimiento de causa --prosigue--. Aunque nuestros resultados son importantes para las mujeres de todo el mundo, son especialmente relevantes para las mujeres del sur de Asia con múltiples problemas de salud".
Por su parte, el profesor Sir Mark Caulfield, de la Universidad Queen Mary de Londres, destaca que el estudio "ofrece una imagen más completa de la coagulación de la sangre en las comunidades bangladeshí y pakistaní, hasta ahora infrarrepresentadas en la investigación".
"Las pruebas genéticas de la mutación del gen FVL podrían dar una idea más clara del riesgo personalizado de alguien de sufrir esta complicación potencialmente mortal si se le recetaran estrógenos", concluye.