MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las supervivientes de cáncer de mama tienen cuatro veces más pensamientos positivos que negativos sobre los cambios que han experimentado durante la enfermedad dos años después del diagnóstico, ha concluido un estudio de la Ohio State University (Estados Unidos).
La investigación, publicada en 'Health Psychology', ha agregado que las pacientes a las que se intervino con un programa psicológico diseñado especialmente para ellas reportaron más cambios positivos en sus vidas.
"Algunas personas quieren etiquetar a los supervivientes del cáncer como traumatizados de por vida. Eso no es exacto. En cambio, los individuos son resilientes", ha explicado la coautora del estudio, Barbara Andersen.
El estudio se ha realizado con 160 mujeres diagnosticadas de cáncer de mama en estadio dos o tres. Todas eran miembro del 'Stress and Immunity Breast Cancer Project', que se ocupa de examinar la efectividad de los programas de intervención psicológica diseñados en Ohio para ayudar a estas pacientes a enfrentar mejor los desafíos de la enfermedad y probar si intervenciones de este tipo reducen el riesgo de recurrencia, algo que un estudio previo de Andersen ya había demostrado.
Los investigadores pidieron a las supervivientes que hicieran algo que nunca hubieran hecho antes del estudio y completaran una lista de pensamientos en la que anotaron formas en las que su vida había cambiado como resultado de su diagnóstico y tratamiento del cáncer. Se englobaban en siete categorías, como relaciones cercanas o equilibrio en la vida. Posteriormente, etiquetaron cada cambio como positivo, negativo o neutral.
LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA ES ÚTIL
En total listaron 998 cambios vitales y las supervivientes que habían estado en un programa de intervención eran especialmente positivas. De media, listaron 13 cambios positivos, comparados con los 10 cambios anotados por el grupo de control.
"La intervención incluye componentes que mejoran el manejo del estrés, consiguen apoyo social de amigos y familiares y realizar cambios de comportamiento en su dieta o niveles de actividad física, componentes más cercanamente relacionados a pensamientos más positivos y más frecuentes", ha explicado Andersen.
De hecho, las participantes que reportaron más pensamientos negativos fueron aquellas que informaron de niveles de estrés más altos y síntomas de depresión cuando conocieron su diagnóstico, lo que, a juicio de la investigadora, muestra la importancia de identificar y tratar a las personas con depresión de forma temprana.
"Algunos pueden tener un estado de ánimo bajo por su diagnóstico de cáncer. Otros pueden tener más vulnerabilidad para experimentar estrés con depresión. Para ellos, el cáncer puede ser una experiencia más tóxica", ha insistido Andersen.