MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un gran estudio ha demostrado que las mujeres que pierden peso después de los 50 años, y mantienen esta reducción, tienen un menor riesgo de cáncer de mama que las mujeres cuyo peso permanece estable en esta etapa de la vida.
Aunque el alto índice de masa corporal (IMC) es un factor de riesgo conocido para el cáncer de mama posmenopáusico, hasta ahora no ha habido evidencia científica adecuada para determinar si ese riesgo es reversible al perder peso en exceso.
Para indagar en esta cuestión, investigadores de la Sociedad Americana del Cáncer y la Escuela de Salud Pública de Harvard T.H. Chan (Estados Unidos) analizaron a más de 180.000 mujeres de 50 años de edad y mayores que participaron en diez estudios prospectivos. Su peso se evaluó tres veces durante aproximadamente 10 años: en el momento de la inscripción en el estudio, después de unos cinco años, y de nuevo unos cuatro años después.
Los resultados mostraron que las mujeres con pérdida de peso sostenida tenían un menor riesgo de cáncer de mama que las mujeres cuyo peso permaneció estable, y cuanto mayor era la cantidad de peso perdido, menor era el riesgo de desarrollar un tumor. Las mujeres que perdieron de 2 a 4,5 kg tuvieron un riesgo un 13 por ciento menor. Las que perdieron de 4,5 a 9 kg lo redujeron un 16 por ciento, y las que perdieron 9 kg o más experimentaron un descenso del 26 por ciento.
"Nuestros resultados sugieren que incluso una cantidad modesta de pérdida de peso está asociada con un menor riesgo de cáncer de mama para las mujeres mayores de 50 años. Estos hallazgos podrían ser un fuerte motivador para que las mujeres que tienen sobrepeso pierdan algo de ese peso. Incluso si aumenta de peso después de los 50 años, no es demasiado tarde para reducir su riesgo de cáncer de mama", explica Lauren Teras, autora principal del estudio, que se ha publicado en la revista 'Journal of the National Cancer Institute'.