MADRID, 16 May. (EDICIONES) -
Cada día es más difícil que las mujeres se embaracen. Básicamente porque se empieza más tarde y por el ritmo de vida que se lleva. También por las dificultades que se presentan en el acceso a los tratamientos de fertilidad ya que la edad también aquí importa. "Por eso cobra un papel importante la donación de óvulos, una práctica con la que se disminuyen los riesgos y hay más garantía de éxito", celebra el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) Agustín Ballesteros, en una entrevista con Infosalus.
Según explica, se trata de una técnica de reproducción asistida, variante de la fecundación 'in vitro', donde los óvulos que se usan proceden de terceras personas, en su mayoría jóvenes, sanas y anónimas. "Son los requisitos que marca la ley para que sean aptas para la donación de óvulos. Servirían para tratar aquellos casos de mujeres o parejas que fundamentalmente son mayores, y con óvulos de baja calidad, o con ovarios con muy poca reserva de óvulos, y que obtienen poca respuesta para la fecundación in vitro con sus propios óvulos", señala el también director de la Clínica IVI de Barcelona.
Aquí resalta que se trata de la técnica de fecundación in vitro "que mejor resultado da" de todas las de fertilidad que se aplican porque se basa en óvulos de mujeres jóvenes sanas. "Así se desarrollan embriones con muy alta capacidad de generar embarazos. En torno a un 60% de las estadísticas de la SEF, e incluso es la técnica que permite ser más prudente y trabajar con menos embriones para evitar el embarazo múltiple", agrega.
Así, recalca que el perfil de las personas que se deciden por estas técnicas suele ser de mujeres de edad avanzada, cuyos ovarios ya tienen una menor reserva de óvulos o de peor calidad. "Lo que hace que la posibilidad de tener embriones viables con sus propios óvulos sea más difícil. La edad es la principal indicación para este tipo de tratamientos. También, está indicado para mujeres que han sido sometidas a cirugías ováricas y a las que, por tanto, se les ha reducido la masa de óvulos. Igualmente, estarían otras mujeres con alteraciones cromosómicas o genéticas, en el que el uso de sus óvulos puede no ser útil por riesgo de alteraciones fetales", añade el especialista en fertilidad.
Ballesteros recalca también que la donación de óvulos es "altruista", aunque está estipulada una compensación económica de entre 900 y mil euros, que se tiene en cuenta por la pérdida de horas por viajar o dejar de trabajar, o las medicinas que hay que tomar, por ejemplo.
Asimismo, el especialista en fertilidad destaca que la donación de óvulos entraña una serie de previas y de estudios a la donante, como la estimulación ovárica, inyecciones, y determinados controles. "La persona que dona tiene menos de 35 años. De hecho, normalmente podemos decir que generalmente tienen menos de 30 años. Son bastante jóvenes, generalmente estudiantes universitarias, porque las campañas se hacen mucho en ese ámbito, aunque no es exclusivo. Se intenta buscar que sea una mujer saludable, y joven porque así se tendrá más garantía de éxito", sostiene el experto.
UN BIEN ESCASO
En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad lamenta que la donación de óvulos en España sea escasa, a diferencia de la donación de semen, que es más fácil. "Aquí el proceso es complejo y difícil y no todo el mundo está dispuesto a someterse a las pruebas. Eso sí, a las donantes también les motiva el ayudar a otras parejas a conseguir el embarazo. No obstante, España es el número uno en donación de órganos pero no de óvulos. Estamos en un país en el que somos más altruistas que en otros países y culturas, pero se necesitan muchas más donantes de óvulos", insiste Ballesteros.
Finalmente, Ballesteros detalla que, una persona que quiera ser donante de óvulos, tiene que acudir a un centro público o privado donde se aplique la reproducción asistida. Allí le tendrán que hacer un estudio general y ginecológico para saber si puede o no donar, estudiar su posible transmisión de enfermedades infecciosas, descartar enfermedades hereditarias, y perfiles genéticos para evitar la transmisión de enfermedades genéticas y también realizar una valoración psicológica.