MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Red Estatal de Mujeres de Salud Mental España ha denunciado las dificultades de acceso que tienen al sistema público de salud, además ha puesto de manifiesto las vulneraciones que encuentran en su proceso de recuperación, en los ingresos involuntarios o a la hora de decidir ser madres si así lo desean.
Así lo han denunciado con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este martes 8 de marzo. Uno de los aspectos que reivindican es la sobremedicación de las personas con problemas de salud mental, y especialmente de las mujeres. En España, las mujeres son prescritas el doble de veces que los hombres con psicofármacos. Los roles de género y la sobresaturación de la sanidad pública contribuyen a provocar dicha sobremedicación.
"El hecho de ser mujer influye, al haber una tendencia a pensar que exageramos, que somos unas histéricas", explica Estefanía Arias, representante de la Red Estatal de Mujeres. Clara González, también perteneciente a la Red Estatal de Mujeres, argumenta que "ser leída como mujer en una sociedad heteropatriarcal, la cual tacha de 'loca' o 'desquiciada' ciertas actitudes que en los hombres son magnificadas, tan solo consigue perpetuar los roles de género".
En este sentido, la Red reivindica la necesidad de integrar la perspectiva de género en la atención a la salud mental, y dotar a la sanidad pública de los recursos necesarios para evitar la saturación de la atención primaria y de las especialidades de la Psicología y la Psiquiatría.
VULNERACIONES ESPECÍFICAS DURANTE INGRESOS
Otra de las mujeres representantes de la Red, Elisabeth Lemos, afirma que, en su experiencia, durante los ingresos involuntarios "no se respeta la intimidad de la persona al bañarse, revisan sus objetos personales, no se puede tener móvil, te atan a la cama a veces sin motivo, las contenciones mecánicas, prohibición de que venga tu familia a visitarte antes del COVID peor que una cárcel".
Por todo ello, la Red reivindica que se cumpla la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Es fundamental tender a la contención cero y a la progresiva reducción de los ingresos involuntarios en pro de otras medidas más eficaces y en consonancia con los derechos humanos.
Respecto al proceso de recuperación, la falta de recursos en la sanidad pública hace que no se le dedique la atención suficiente y que este no esté adaptado a las necesidades de las mujeres. Es necesario un modelo de atención comunitaria que integre los diferentes recursos socio-sanitarios, que sitúe a la persona en el centro de cualquier intervención, y que ofrezca respuestas a sus necesidades individuales, incluyendo la perspectiva de género.
"Mi psiquiatra no me informó de los recursos a los que podía acceder. Se dedicó solo a pautar medicación", recuerda Arias. Para Lemos, "la sanidad pública no contempla las necesidades de las mujeres con problemas de salud mental que se enfrentan continuamente aún a una doble discriminación por el hecho de ser mujer".
Por su parte, González encontró dificultades añadidas. "Al ser mujer, sobremedicada y muy joven, solo me encontraba en situaciones límite que ponían en peligro mi integridad y mi salud, ya que siempre buscaba reafirmación y aprobación masculina en mis relaciones", explica.
OBSTÁCULOS A LA MATERNIDAD Y PRECARIEDAD EN LOS CUIDADOS
Otra de las dificultades de acceso con las que se encuentran las mujeres con problemas de salud mental, es el estigma o la falta de información sobre la interrupción de la medicación en el caso de que deseen ser madres. Es el caso de Elisabeth, a la que le gustaría ser madre en dos años, teniendo los apoyos que no tuvo en su momento.
"La sociedad te juzgaba y estigmatizaba por tener un problema de salud mental, y querer ser madre era un crimen", lamenta. Lemos denuncia que "se vulneran constantemente nuestro derecho a decidir si queremos ser madres o no, y nos juzgan duramente hasta el punto de que, al quitarte la medicación y estar vulnerable, inducirte a que abortes".