MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El director médico de IVI, el doctor Antonio Requena, especialista en ginecología, obstetricia y reproducción asistida, afirma que, a partir de la información proporcionada por las autoridades sanitarias, "no hay riesgo de que la vacuna por sí misma conlleve un efecto negativo sobre el embrión durante el embarazo", por lo que "las mujeres embarazadas o que planean estarlo pueden vacunarse con seguridad".
En este sentido, recuerda que el Consejo Interterritorial de Salud decidió, tras su reunión del 12 de mayo, dio su visto bueno a la vacunación de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia con vacunas de ARNm, Pfizer o Moderna, cuando les corresponda según el tramo de edad y grupo de priorización al que pertenezcan. Por otro lado, prosigue, "cabe añadir que hasta ahora no hay ningún dato publicado sobre un efecto teratogénico del virus en pacientes contagiadas de COVID-19 durante el primer trimestre de embarazo".
Por otro lado, en cuanto a la posibilidad de compartir anticuerpos con el bebé, afirma que "hay ya estudios concluyentes que han demostrado cómo mujeres que fueron vacunadas en el último trimestre de gestación han compartido anticuerpos con su bebe en el periodo intrauterino, de forma que al nacer el niño se ha detectado que tiene anticuerpos contra el virus". Según añade, también se ha encontrado una transmisión de anticuerpos a través de la leche materna.
Sobre si hay alguna vacuna indicada especialmente para embarazadas o alguna restricción a tener en cuenta, desde IVI se recomienda seguir las indicaciones del Ministerio de Sanidad en la decisión sobre el uso de la vacuna en mujeres embarazadas. Por otro lado, las pacientes que estén planeando comenzar un tratamiento de reproducción asistida y vayan a recibir la primera o la segunda dosis de Pfizer o Moderna "no deberán esperar a recibir la pauta completa para iniciar su tratamiento, y pueden recibir cualquier dosis durante la gestación en España", señala Requena.
No obstante, las vacunadas con AstraZeneca o Janssen, como medida de precaución, deberían esperar 2 semanas después de la administración para iniciar tratamiento. Además, si la paciente completa la pauta de vacunación con una segunda dosis de AstraZeneca, no podría recibir esta dosis estando embarazada. Sin embargo, si en este grupo de vacunación se completara la pauta con una segunda dosis de Pfizer, tal y como recomienda el Gobierno, no tendrían ningún problema en administrarse esa dosis durante la gestación.
Tal y como recuerda Requena, algunos países de la Unión Europea, como Bélgica, también recomiendan el uso de vacunas de ARNm para la vacunación de embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y aquellas que deseen quedarse embarazadas. "La Agencia Europea de Medicamentos (EMA), sobre el uso de las vacunas de tipo ARNm en embarazadas, certifica que los estudios en animales no han demostrado efectos negativos en el embarazo", señala Requena. Sin embargo, "los datos sobre cómo usar este tipo de vacunas son limitados", precisa el ginecólogo.
En esta misma línea, la Asociación Americana de Ginecólogos y Obstetras, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM), la Sociedad Materno Fetal y el Centro de Control de Enfermedades (CDC) no recomiendan restringir el uso de la vacuna en pacientes que están planeando el embarazo, en las que están embarazadas o mujeres en periodo de lactancia.
¿LAS EMBARAZADAS TIENEN MAYOR RIESGO DE COVID-19 GRAVE?
Por otro lado, en lo que respecta a la gravedad de la Covid-19 en mujeres embarazadas, Requena resalta que, en general, no se ha detectado un mayor riesgo de COVID-19 grave en estas pacientes, más allá de las condiciones de riesgo que presente la mujer por su propio estado de gestación.
Asimismo, el ginecólogo aclara que haber pasado la Covid-19 no afecta a la fertilidad. "De mayo a junio de 2020, 46 pacientes que han superado el coronavirus participaron en un estudio de las clínicas IVI en España. Todas ellas disponían de un estudio previo de su antimulleriana (AMH), con no más de 6 meses de anterioridad. Los resultados de esta investigación fueron muy positivos, mostrando que el hecho de haber pasado esta enfermedad no afecta al estado de la reserva ovárica". El estudio concluye, por tanto, que las posibilidades de éxito del tratamiento reproductivo permanecen intactas.