MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres con cáncer de mama pueden tener una mayor incidencia de fibrilación auricular (FA) dentro de los tres años posteriores al diagnóstico de cáncer en comparación con otras mujeres de la misma edad, según un estudio retrospectivo realizado en Dinamarca y publicado en la revista 'HeartRhythm'.
Según el World Cancer Research Fund, el cáncer de mama es el más común en mujeres en todo el mundo y el segundo más prevalente en general. De hecho, en todo el mundo hubo más de dos millones de casos nuevos en 2018. Los investigadores plantean la hipótesis de que los pacientes con cáncer de mama pueden tener mayores probabilidades de desarrollar FA, ya que induce una inflamación, un factor de riesgo conocido para la fibrilación auricular.
Los tratamientos modernos permiten que aproximadamente el 80 por ciento de las pacientes con cáncer de mama se conviertan en supervivientes a largo plazo. Sin embargo, la supervivencia saludable puede verse amenazada por complicaciones a largo plazo como resultado tanto del cáncer como de los tratamientos. En particular, se ha observado un aumento en la frecuencia de las enfermedades cardiovasculares, especialmente la insuficiencia cardíaca y la cardiopatía isquémica, en las supervivientes.
Utilizando registros nacionales en Dinamarca, los investigadores analizaron la incidencia a largo plazo de la fibrilación auricular entre estas pacientes en comparación con la población general. Identificaron mujeres diagnosticadas con cáncer de mama entre 1998 y 2015, y luego compararon a 74.155 pacientes con cáncer de mama según la edad y el sexo con 222.465 personas aleatorias.
Los investigadores descubrieron que las pacientes con cáncer de mama tenían un mayor riesgo de FA, y que el riesgo dependía de la edad y el tiempo desde el diagnóstico. Las menores de sesenta años tenían un riesgo duplicado en los primeros seis meses después del diagnóstico, y un riesgo 80 por ciento más alto de seis meses a tres años tras ser diagnosticadas. Las mayores de sesenta años tuvieron un riesgo similar al de la población general durante los primeros seis meses, pero tuvieron un aumento del riesgo del 14 por ciento de seis meses a tres años después.