MADRID 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de las mujeres embarazadas y las madres de hijos menores de 18 años dicen que se vacunarían ellas y vacunarían a sus hijos contra el coronavirus, según una encuesta realizada por investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, en Estados Unidos, publicada en el 'European Journal of Epidemiology'.
La investigación ha indicado que la aceptación de la vacuna fue más alta en India, Filipinas y todos los países controlados en América Latina, y fue más baja en Rusia, Estados Unidos y Australia.
Las vacunas contra el COVID-19 se están distribuyendo en todo el mundo, pero hasta ahora los investigadores han tenido pocos datos sobre la aceptación global de la vacuna. Para evaluar las posturas de las mujeres embarazadas y las madres sobre si deben vacunarse a sí mismas y a sus hijos, un equipo dirigido por Julia Wu, de Harvard Chan School, investigadora científica del Departamento de Epidemiología e investigadora principal de la Iniciativa de Inmunomía Humana, realizó una encuesta en línea administrada por el sitio web de Pregistry entre finales de octubre y mediados de noviembre de 2020.
Casi 18.000 mujeres en 16 países respondieron preguntas sobre una vacuna COVID-19 hipotética segura y gratuita con un 90% de eficacia. En general, el 52% de las mujeres embarazadas y el 73% de las mujeres no embarazadas dijeron que recibirían dicha vacuna, y el 69% de todas las mujeres encuestadas dijeron que vacunarían a sus hijos.
La aceptación de la vacuna varió según el país. La aceptación en India, Filipinas y los países de América Latina fue superior al 60% entre las mujeres embarazadas y superior al 78% entre las mujeres no embarazadas para ellas mismas. Más del 75% de las madres indicaron que vacunarían a sus hijos.
La aceptación de la vacuna en Estados Unidos y Rusia fue menor (por debajo del 45% entre las mujeres embarazadas y por debajo del 56% entre las mujeres no embarazadas) y similar a países con muy pocos casos de COVID-19, como Australia y Nueva Zelanda. Este fenómeno en Estados Unidos y Rusia podría deberse a la negación del COVID-19, según los investigadores.
Wu y su equipo preguntaron a las participantes en la encuesta sobre diversos temas relacionados con las vacunas y la COVID-19. Los predictores más fuertes de la aceptación de la vacuna entre las mujeres encuestadas incluían la confianza en la seguridad o la eficacia de la vacuna, la preocupación por ella, la creencia en la importancia de las vacunas para su propio país, el cumplimiento de las directrices de la máscara, la confianza en los organismos de salud pública y las ciencias de la salud, así como las actitudes hacia las vacunas de rutina.
Las mujeres embarazadas que se mostraron reticentes dijeron que les preocupaba exponer a su bebé en desarrollo a posibles efectos secundarios nocivos, que la vacuna se precipitara por razones políticas y que no hubiera datos de seguridad y eficacia en las mujeres embarazadas.
"Nuestro estudio confirmó que la vacilación contra la vacuna COVID-19 es multifacética --apunta Julia Wu, autora principal del artículo--. La amenaza percibida de COVID-19, el nivel de confianza en las agencias de salud pública y las actitudes existentes antes de la vacuna juegan un papel clave en la aceptación y la confianza de la vacuna. Las campañas de vacunación deben adaptarse para aliviar estas preocupaciones específicas".