MADRID 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La mayor parte de abortos espontáneos, que suelen ocurrir durante las 12 primeras semanas de gestación, son debidos a una alteración cromosómica del propio embrión, según ha asegurado el ginecólogo de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional de Madrid, Sebastián Sessa.
Se trata de un problema muy frecuente, ya que tiene una incidencia de hasta el 20 por ciento, si bien se cree que podría ser aún mayor debido al gran número de pérdidas precoces en mujeres que desconocen su estado de gestación.
"Las causas pueden ser de origen embrionario, las cuales constituyen la mayor parte de los abortos, y son debidas a una alteración a nivel del propio embrión, y de origen materno, siendo éstas cuantitativamente menores", ha dicho el experto, para informar de que las alteraciones del propio embrión pueden clasificarse en alteraciones morfocinéticas, ya que el embrión no es capaz de completar los pasos necesarios para que la gestación avance, deteniéndose el desarrollo de la misma.
Dichas alteraciones dependen a su vez de otros factores como calidad ovocitaria, calidad espermática, correcta interacción del embrión con el medio o consumo energético. "Alteraciones genéticas, cuando el embrión no posee una dotación cromosómica correcta, y en la mayoría de los casos, este hecho conduce a la detención de la gestación", ha añadido.
La tasa de alteraciones genéticas o tasa de aneuploidías, prosigue, depende directamente de la edad de la pareja (fundamentalmente de la edad de la mujer), y es por ello, que, a mayor edad, mayores serán las posibilidades de tener un embrión genéticamente anómalo, y, por tanto, un aborto.
Las causas del aborto espontáneo del primer trimestre de origen materno, aunque son menos frecuentes, tienen una "enorme importancia" porque, en ocasiones, son subsidiarias de tratamiento. En concreto, el doctor las divide en causas uterinas: pólipos, miomas, malformaciones uterinas, trombofilias, alteraciones inmunológicas, endocrinas, infecciosas, ambientales y alteraciones en el microbiota uterino, entre otras.
Los síntomas pueden ser muy variados, y cursar desde una manera totalmente asintomática, hasta un cuadro de dolor abdominal severo acompañado de una hemorragia vaginal intensa. Asimismo, el diagnóstico será clínico, analítico y/o ecográfico.
"A nivel ecográfico deben cumplirse algunos de los siguientes criterios: ausencia de una gestación intrauterina previamente visualizada; cese del latido cardíaco embrionario; longitud cráneo caudal del embrión mayor o igual a 7 milímetros (mm) y sin latido cardiaco; media del saco gestacional mayor o igual a 25 mm y sin embrión; ausencia de latido cardiaco más de dos semanas tras una ecografía en la que se veía saco gestacional sin vesícula vitelina o ausencia de latido cardiaco más de 11 días tras una eco con saco gestacional y vesícula vitelina", ha expuesto Sessa.
En aquellos casos en los que se confirme un aborto, hay que asegurarse de que el útero esté vacío o tenga mínimos restos que puedan expulsarse por sí solos. "En caso de que esto no se cumpla, y dependiendo de las circunstancias individuales de cada paciente, podremos proceder a la evacuación del contenido uterino mediante tratamiento médico con prostaglandinas o un legrado obstétrico evacuador", ha indicado el doctor.
Finalmente, el doctor ha aconsejado hábitos de vida saludables, con la realización de ejercicio moderado y una dieta sana y equilibrada, para el desarrollo favorable del embarazo. "El aborto, es una entidad frecuente, siendo en la mayoría de los casos un episodio aislado en la vida reproductiva, que no dará lugar a una situación de esterilidad futura", ha zanjado.