MADRID, 29 Dic. (EDIZIONES) -
La leche materna es el mejor alimento para el lactante durante los primeros meses de vida. Cubre las necesidades nutricionales para su adecuado crecimiento y desarrollo físico y desde el punto de vista emocional le asegura el establecimiento de un buen vínculo madre-hijo y una adecuada relación de apego seguro con su madre, ambos esenciales para un correcto desarrollo como persona independiente y segura.
“Por todo ello la lactancia materna es considerada el método de referencia para la alimentación y crianza del lactante y el niño pequeño”, según defiende la Asociación Española de Pediatría (AEP).
El método más efectivo es la lactancia a demanda: ofrecer el pecho siempre que el bebé lo pida, sin contar el número de tomas, y todo el tiempo que pida, sin fijarnos en la duración de cada toma. Con ello, puede producirse un desgaste en la concesión de energía de la madre. “Dar el pecho puede convertirse en agotador, pero los beneficios son incalculables”, señala en una entrevista con Infosalus el ginecólogo Carlos Salvador, con motivo de la publicación de ‘Ser mamá: el antes y el después’ (Plaza y Janés).
Entre otros, el experto enumera: ayuda a prevenir al bebé de enfermedades; se asocia con la reducción del riesgo de que la madre padezca diabetes, cáncer de mama y ovario; una vez instaurada, la lactancia refuerza el vínculo madre-hijo; ayuda a las madres a recuperar con más rapidez el peso que tenían antes del embarazo; ayuda a reducir las molestias del puerperio; es práctico y además gratis, no hay que estar pendiente de biberones, ni de esterilizar los utensilios, ni de comprar leche de fórmula.
Precisamente, Salvador destaca que la madre puede producir en torno a un litro de leche al día, un esfuerzo que sería similar al de salir de correr durante media hora, puesto que la mujer que da el pecho está dando mucho de su organismo, como líquido, proteínas, vitaminas, que al fin y al cabo ella tiene que aportar para equilibrar sus niveles.
Por su parte, José Maria Paricio, pediatra y presidente de la Asociación pro lactancia materna (APILAM),y también subdirector médico del Hospital Francesc de Borja (Gandía, Comunidad Valenciana), sugiere a Infosalus que lo más importante es querer dar el pecho, tener la voluntad, y que la madre se lo crea, frente a las presiones externas que hay sobre el pecho en la sociedad actual, además de seguir una vida normal.
Con ello, desde la AEP aconsejan que:
1.- La mujer que amamanta no precisa dietas especiales. La mejor alimentación proviene de una dieta sana y variada, evitando aditivos y contaminantes.
2.- En los países en los que no hay una yodación total de la cadena alimentaria, como España, para asegurar que la leche materna aporta las cantidades adecuadas de yodo al lactante, se aconseja a la madre que tome un suplemento de 200-300 mcg/día de yodo durante todo el embarazo y lactancia, además de cocinar sus alimentos con sal yodada y comer pescado.
3.-Aunque está comprobado que el aroma de los alimentos pasa a la leche y puede hacer cambiar su olor y su sabor, no hay ningún alimento prohibido durante la lactancia. Esos cambios de sabor que experimenta la leche materna ayudan al bebé a familiarizarse con diversos sabores, lo que le permitirá aceptar más fácilmente la alimentación complementaria. Tampoco existen alimentos obligatorios durante la lactancia. Se recomienda una dieta sana y variada, como en cualquier otra época de la vida.
4.-No se ha demostrado que algún alimento ayude a producir más leche. El mejor estímulo para tener una producción adecuada de leche es que el bebé mame a demanda.
5.- La mayor parte de los fármacos habituales son compatibles con la lactancia y en muy pocas ocasiones es necesario suspender la lactancia. Se pueden consultar dudas en www.e-lactancia.org.
6.- Sobre la cafeína señala que se debe evitar el consumo en exceso de café, bebidas con cola, té y chocolate. Y en todo caso, consumirlos justo después de la toma de pecho. Grandes dosis de cafeína (más de 3 tazas de café) pueden producir irritabilidad y falta de sueño en el bebé, aunque en algunos casos se pueden presentar síntomas con dosis más bajas.
7.- En cuanto al tabaco, la AEP indica que el humo es “muy perjudicial” para la salud ybes importante no fumar nunca en presencia del bebé, tampoco hacerlo dentro de casa y fumar justo después de darle la toma. “Siempre será mejor darle el pecho que darle una leche artificial, porque la lactancia materna disminuye el riesgo de infecciones respiratorias y asma a las que son más propensos estos bebés. Los hijos de madre o padre fumadores no deben dormir con sus padres en la misma cama (colecho)”, agrega.
8.- Alcohol: También es perjudicial para la salud de la madre y del bebé. El alcoholismo crónico es incompatible con la lactancia. Aunque tomar vino o cerveza con moderación no perjudica la salud de la madre, puede perjudicar al bebé amamantado y es preferible evitarlo. En cualquier caso, no se debe dar el pecho en las 3 horas siguientes a haber bebido alcohol y no se debe practicar el colecho en estos casos.
9.- Fitoterapia: A pesar de la creencia tan extendida de que las plantas medicinales son inofensivas, la gran mayoría contienen principios activos que en muchas ocasiones pueden ocasionar toxicidad al bebé que toma pecho.
10.- El cuidado del pecho en este proceso: Lo que es más importante para evitar las mastitis es la mayor higiene posible al dar el pecho, lavarse siempre las manos antes, y mantener lo más seco posible la zona del pezón. También es conveniente emplear cremas antiestrias. Se puede tomar el sol, es un gran cicatrizante.
11.- Mantener una buena hidratación. Dando el pecho se tiene más hambre y más sed de lo normal. El organismo de la madre que da el pecho necesita reponer. “Eso sí, no conviene que ese hambre de más se sacie con bocadillos de chorizo, porque si no no se mantendrá la línea. Energéticamente tiene que tener unas 2.000-2.500 calorías, también depende de su actividad, de su trabajo, si sale a la calle, hace deporte, ella necesita reponer aquello que está dando”, puntualiza en este sentido Salvador.
12.- Otras drogas de abuso: ninguna es compatible con la lactancia, excepto la metadona, en dosis menores a 20 mg al día.