¿Cómo influye la genética en el crecimiento de la placenta o en la preeclampsia?

Archivo - Embarazada mirando una ecografía.
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Publicado: viernes, 6 octubre 2023 7:41

MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Una nueva investigación ha arrojado luz sobre cómo influye la genética en el crecimiento de la placenta, revelando un vínculo con el riesgo de enfermedad en la madre. Se trata del primer estudio de asociación genómica del peso de la placenta en el momento del nacimiento, que ha dado lugar a una serie de revelaciones, según publican sus autores en la revista 'Nature Genetics'.

Científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) junto con colegas de Noruega y Dinamarca en una colaboración internacional a gran escala que examinó el crecimiento de la placenta con el mayor detalle hasta la fecha. Entre sus resultados, el equipo concluye que un crecimiento más rápido de la placenta puede contribuir al riesgo de preeclampsia y a un parto más temprano.

La placenta es un órgano que crece en el útero junto al feto, al que está unido por el cordón umbilical. Proporciona oxígeno y nutrientes al feto en crecimiento y elimina los desechos a medida que el bebé se desarrolla.

Un mal funcionamiento de la placenta se asocia a complicaciones en el embarazo y al riesgo posterior de enfermedad en el niño. A pesar de su papel clave, aún se sabe poco sobre cómo se regula el crecimiento de la placenta. Entender el crecimiento de la placenta es importante, ya que los bebés con placentas muy pequeñas o grandes corren mayor riesgo de complicaciones.

Según el profesor Pal Njolstad, de la Universidad de Bergen (Noruega) y codirector del estudio, "la placenta es un órgano muy importante durante el embarazo, ya que constituye un vínculo intrincado y vital entre la madre y el bebé".

"Nuestro estudio ha identificado 40 variaciones en el código genético relacionadas con el tamaño de la placenta, lo que mejora nuestra comprensión de este órgano vital en los seres humanos --destaca--. Varias de estas variaciones genéticas también influyen en el peso del bebé, pero algunas parecen estar relacionadas predominantemente con el crecimiento de la placenta".

El equipo descubrió que en los casos en los que el código genético del feto hacía más probable que la placenta creciera más, existía un mayor riesgo de preeclampsia en la madre. Esto podría deberse a que la placenta crece demasiado rápido, lo que puede alterar el equilibrio entre la demanda de recursos del bebé y la cantidad que la madre es capaz de proporcionar, lo que puede ser un factor de preeclampsia que se produce más adelante en el embarazo.

La profesora Rachel Freathy, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, y codirectora del estudio, recuerda que "la preeclampsia es una afección que puede desarrollarse en el embarazo y que provoca hipertensión arterial".

"Algunos órganos de la madre, como los riñones y el hígado, dejan de funcionar correctamente. Detectarla a tiempo es esencial para evitar graves problemas de salud a la madre y al bebé, pero aún no se sabe del todo cómo se desarrolla la preeclampsia --prosigue--. Nuestro estudio sugiere que un crecimiento más rápido de la placenta contribuye a un mayor riesgo de preeclampsia en la madre. Parece específico del crecimiento de la placenta porque no encontramos el mismo riesgo cuando analizamos la genética del peso del bebé".

El crecimiento más rápido de la placenta también se relacionó con un embarazo más corto. "Descubrimos que los bebés con código genético para una placenta más grande tenían más probabilidades de nacer antes, lo que subraya la importancia de investigar la biología de la placenta en los estudios sobre la duración del embarazo y el momento del parto", señala el investigador principal, jefe de grupo, Bjarke Feenstra, del Hospital Universitario de Copenhague y el Statens Serum Institut (Dinamarca), que también codirigió el estudio.

Un hallazgo clave del estudio estaba relacionado con la insulina, que regula el azúcar en sangre. El feto produce insulina en respuesta a la glucosa de la madre, que actúa como factor de crecimiento. El equipo descubrió que esta insulina también está relacionada con el crecimiento de la placenta, lo que ayuda a explicar por qué las placentas tienden a ser grandes en los embarazos en los que la madre tiene un alto nivel de glucosa en sangre debido a la diabetes.

"Aunque se trata de un gran primer paso --afirma el profesor Stefan Johansson, también codirector en la Universidad de Bergen--, el peso final de una placenta sólo puede decirnos algo limitado sobre su función".

Advierte de que se necesitan más estudios para examinar la forma y el desarrollo de la placenta a lo largo del embarazo. "Nuestro trabajo es sólo el punto de partida de futuras investigaciones que podrían ayudarnos a comprender mucho mejor el papel de la placenta en el crecimiento del bebé y el riesgo de complicaciones en el embarazo", comenta.