MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
La directora médica de Ginefiv en Barcelona, la doctora Mónica Aura, ha señalado que la pérdida de fertilidad asociada al tabaquismo puede ser revertida si se abandona el hábito de fumar, aunque "se estima que la pérdida de capacidad fértil puede ser revertida en un periodo de tiempo determinado, aproximadamente en un año si se deja de fumar".
"Esto es clave no solo para la consecución de los embarazos naturales, sino también para los casos en los que deba iniciarse un proceso de reproducción asistida", explica la doctora, quien expone que el consumo de tabaco reduce las posibilidades de lograr una gestación exitosa al disminuir la reserva ovárica y alterar la calidad de los óvulos, alterar las trompas de Falopio y aumentar la probabilidad de embarazos ectópicos, fuera de la cavidad del útero.
A esto se suma que el tabaquismo también afecta a la fertilidad de los hombres, ya que la nicotina puede producir roturas en el AND de los espermatozoides, afectando al material genético.
A pesar de ello, el VII estudio 'Conocimientos y Hábitos de la fertilidad de las mujeres', realizado por estas clínicas, revela que un 23% de las mujeres que quieren ser madres en el futuro fuman actualmente, siendo un 13% de ellas consumidoras de más de 5 cigarrillos al día.
Al impacto del tabaco en la fertilidad se suman otros hábitos perjudiciales como el consumo de alcohol, el sedentarismo o el insomnio. En el caso concreto del alcohol, este puede intervenir en la regularidad de los ciclos menstruales, o inducir los períodos menstruales anovulatorio, mayor riesgo de abortos, o incrementar las posibilidades de defectos graves en el nacimiento.
Sin embargo, tras la pandemia solo un 2% de las mujeres confirmaron no beber alcohol, frente al 50% de mujeres encuestadas en ediciones previas del estudio que ya no consumían bebidas alcohólicas. En la encuesta, llevada a cabo en el mes de junio de 2021 tras la pandemia, participaron un total de 1.136 mujeres, cuyas edades oscilaban entre los 18 y los 50 años.
En este sentido, la pandemia ha provocado cambios en ciertos hábitos y comportamientos, sobre todo debido a un mayor nivel de estrés y ansiedad. Según la doctora Aura, "en estos dos últimos años nos hemos adaptado a situaciones complicadas y el ritmo de vida también ha cambiado, lo cual no ayuda a tener una mayor estabilidad, o capacidad de planificación o a ser constante con un estilo de vida saludable. Hemos vivido bajo nuevos paradigmas sociales y económicos y esto produce desajustes, pero debemos retomar, en la medida de lo posible unos hábitos saludables para ayudarnos a que la planificación de la maternidad sea más sencilla".