MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
La endometriosis puede afectar al 10 o el 15 por ciento de las mujeres, con una incidencia de hasta el 40 o 50 por ciento en pacientes infértiles, según ha comentado el jefe del Servicio de Ginecología Oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid, Javier de Santiago.
La endometriosis se caracteriza por la presencia de células endometriales fuera de la cavidad uterina, que tienen capacidad de subsistir y escapar a los mecanismos naturales de defensa que deberían impedir su persistencia en estos lugares atípicos.
En los últimos años se han estudiado algunos factores inmunológicos y relacionados con el estrés oxidativo que parecen relacionados con la endometriosis. De la misma manera, algunos factores genéticos pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad.
Aunque la forma de endometriosis más conocida es la que afecta a los ovarios en forma de los llamados 'quistes de chocolate', la forma "más sintomática y difícil" de tratar es la endometriosis profunda, que condiciona la existencia de nódulos de la enfermedad generalmente en la pelvis y provoca adherencias que causan alteración anatómica de las trompas y esterilidad secundaria.
"Si consideramos que un tratamiento ideal para una enfermedad es aquel que produce mejoría, con poco coste, con pocos efectos secundarios y efectivo a largo plazo, la endometriosis no tiene un tratamiento perfecto en todos los casos. Dado que no conocemos la causa de esta enfermedad, no tenemos un tratamiento que actúe sobre el inicio de la enfermedad o pueda prevenirla", ha detallado de Santiago.
Además, enfatiza, dependiendo de la sintomatología y localización se disponen, básicamente, de tres modalidades de tratamiento: médico, quirúrgico y las aplicadas en la reproducción asistida. El tratamiento médico se dirige principalmente al tratamiento del dolor y prevención de la progresión de la enfermedad, y se basa en administrar analgésicos y tratamiento hormonal para la supresión de la ovulación, disminución de los niveles de estrógenos y atrofia de los focos de endometriosis. Estos fármacos son principalmente los anticonceptivos anovulatorios y los derivados de la progesterona.
Existen otros, menos usados y para casos refractarios, que suprimen la actividad del ovario induciendo una "menopausia" farmacológica, pero se recomienda empezar con fármacos sencillos, con pocos efectos colaterales y de menor coste, y utilizar los más complejos y costosos en caso de intolerancia o cuando los anteriores sean ineficaces.
Otra estrategia es la cirugía, preferentemente mediante laparoscopia, la cual tiene como objetivo eliminar todas las lesiones visibles de endometriosis y restaurar la anatomía tanto como sea posible. Es muy importante que sea llevada a cabo por ginecólogos con experiencia quirúrgica y conocimiento profundo de la endometriosis.
"Una cirugía inadecuada condicionará en el futuro recidivas de la enfermedad y/o los síntomas, que resultan muy difíciles de tratar y con malos resultados", ha recalcado de Santiago. De la misma manera, el tratamiento quirúrgico inadecuado de los quistes ováricos puede producir una afectación del funcionamiento de los ovarios y problemas de fertilidad posterior, tanto espontánea como en los resultados de técnicas de reproducción asistida.
TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN ASISTIDA PARA CONSEGUIR UN EMBARAZO
Cuando una mujer padece endometriosis en muchos casos es necesario recurrir a técnicas de reproducción asistida para conseguir un embarazo, dado que las alteraciones anatómicas que provoca la enfermedad son definitivas e impiden un embarazo espontáneo. Sin embargo, la tasa de éxito de estas técnicas en pacientes con endometriosis dependerá de cada paciente. "Las tasas de éxito son distintas dependiendo de la localización y severidad de las lesiones", ha señalado el expertos.
En los últimos años han aparecido nuevos tratamientos que han mostrado cierta eficacia en el alivio de síntomas relacionados con la endometriosis, aunque todavía presentan resultados iniciales y no están implantados en España. El tratamiento en estos casos reside en muchas ocasiones en técnicas de reproducción asistida, fundamentalmente la Fecundación in Vitro (FIV).
Ahora bien, no existe un tratamiento médico que mejore de forma significativa las tasas de embarazo ya que, de hecho, los tratamientos hormonales que se utilizan impiden el embarazo al afectar al funcionamiento de los ovarios o del endometrio.
El dolor asociado a la endometriosis genera una gran incertidumbre en la mujer, siendo incapaz de anticipar cuándo va a tener dolor y si eso va a impedir realizar sus actividades cotidianas. Todo esto aumenta la sensación de pesimismo y miedo, y el sentimiento de frustración y rabia, ya que el dolor asociado con la endometriosis no es comprendido del todo por el entorno de la paciente.
La ansiedad y la depresión son muy frecuentes en pacientes que tienen dolor crónico. Además, es frecuente el sufrimiento compartido ya que, tanto pareja como hijos, no entienden la enfermedad y dolor, por lo que no son capaces de ayudar en la medida que ellos quieren. También, la dificultad para tener hijos altera frecuentemente la relación de pareja, y son muy comunes los problemas en la esfera sexual, ya que puede producir dolor con las relaciones íntimas.
El dolor que causa provoca una disminución de las actividades cotidianas, como el trabajo o las relaciones sociales o familiares. "En muchas ocasiones genera una insatisfacción con el sistema sanitario, ya que se dan frecuentes diagnósticos erróneos y retrasos en el diagnóstico y tratamiento, además de suponer una carga financiera, debido a la gran cantidad de consultas, pruebas diagnósticas, bajas laborales y, en ocasiones, la pérdida del empleo", ha zanjado el jefe de Ginecología Oncológica de MD Anderson Madrid.