MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El pronóstico y tratamiento de las mujeres con enfermedades cardiovasculares "son peores" respecto a los hombres, pues una vez que la paciente "sale de alta tiene más infartos, porque ha tenido más tiempo sin oxigeno; más área muerta y peores tratamientos en las arterias", ha afirmado la responsable del Grupo de Diabetes de la Sociedad Española de Cardiología, Almudena Castro.
La razón de ello se debe a un "fallo cultural y educacional", lo que se traduce en un retraso la llegada de la paciente a los servicios de urgencias. Todo ello, ha insistido, en que son datos basados en estudios internacionales, sin hacer hincapié en hospitales españoles concretos.
Además, las mujeres son más propensas a abandonar el tratamiento y tienen una alta tasa de sedentarismo, ha señalado la doctora Castro, quien es también jefa de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Universitario La Paz, durante la rueda de prensa de este miércoles.
El fallo cardíaco, la insuficiencia cardiaca y la muerte cardiovascular son las enfermedades cardiovasculares más prevalentes en la mujer con diabetes.
Esto sucede de forma similar en las mujeres con diabetes, ya que tienen un peor pronóstico, se trata peor, más tarde y tienen peores resultados, según ha asegurado el jefe del departamento de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales Quirón Salud Pozuelo, Ruber Juan Bravo y San José, Esteban Jórdar.
"Las mujeres se atienden y consultan más tardes, se tratan peor, y hay datos objetivos y publicaciones", que lo verifican, no solo en consultas de diabetes sino de cardiología o medicina interna, y además tienen peor pronóstico", ha declarado Jórdar.
Esto se debe a dos factores: los propios condicionantes metabólicos de la mujer a lo largo de su vida, y que la atención sanitaria que recibe "está más enfocada a tratar los síntomas que a prevenir estos problemas", según la doctora Castro.
En general, ha apuntado, tienen una peor calidad de vida, son "más resistentes a estos tratamientos con insulina, sufren más episodios de hipoglucemias y tiene supervivencias más bajas", pues la diabetes se sitúa como la cuarta causa de mortalidad entre el género femenino.
En concreto, casi el 30 por ciento de las mujeres entre 61 y 75 años padece diabetes, un hecho que según la doctora ha aumentado en los últimos años, respecto a los varones que se encuentra en un 42.
Además, los números aumentan a más de un 40 por ciento cuando se superan los 75 años, frente al 37 de los hombres, según datos del estudio 'Di@bet.es, realizado por el Centro de Investigación en Red sobre Diabetes y Enfermedades Metabólicas (Ciberdem).
Esto es una situación que como los dos expertos subrayan "los profesionales sanitarios deben minimizar los déficit observados en la atención a la mujer con diabetes, ya que éstos se traducen en peores resultados de salud en múltiples variables como es la enfermedad vascular, la más mortal".
LAS MUJERES, MÁS VULNERABLES A PROBLEMAS CARDIACOS
Las mujeres tienen un 30 por ciento más de riesgo de sufrir un ictus, con el mismo tratamiento; un 154 por ciento más de riesgo de enfermedad coronaria, y un 44 por ciento más de riesgo de desarrollar enfermedad renal, han recordado ambos especialistas.
Respecto a la enfermedad cardiovascular, las mujeres tienen unas arterias más posibilidad "al daño que el hombre", pues Castro recuerda que el ictus es la primera causa de mortalidad en mujeres.
Todo ello, ha señalado, biológicamente las arterias de la mujer "son mas débiles", por lo que tienen cuatro veces mas riesgo a sufrir enfermedad coronaria del corazón.
LA DIABETES SE COMPLICA EN EL EMBARAZO Y MENOPAUSIA
Dos de cada cinco mujeres con diabetes están en edad reproductiva, y pueden tener más dificultades para concebir, han puesto de manifiesto los especialistas.
Además, han manifestado que uno de cada siete recién nacidos se ve afectados por la diabetes gestacional, aquella que surge durante el embarazo.
Castro ha advertido que "en la mitad de los casos la diabetes gestacional desaparece, pero en la otra mitad la mujer puede desarrollar diabetes tipo 2 entre 5 y 10 años después del parto".
Por otro lado, ha continuado, que las mujeres con diabetes tipo 1 "corren un mayor riesgo de aborto temprano o malformaciones si su control es inadecuado o no existe".
Cuando llegan a una edad adulta el embarazo complica la diabetes, ha recordado, y se sabe "que la diabetes gestacional genera obesidad, problemas en el propio embarazo como más riesgo de aborto o malformaciones".
Sin embargo, en la etapa de la menopausia se pierden más estrógenos, lo que lleva asociado un cambio en la distribución de la grasa corporal, la que está en las mamas y caderas empieza a perderse y aumenta la obesidad abdominal, ha concluido Jórdar.