MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Dos trabajos científicos recomiendan preservar la fertilidad de las mujeres con cáncer de mama, congelando (vitrificando) sus óvulos antes de iniciar el tratamiento, según el doctor Jan Tesarik, que ha asegurado que "el diagnóstico temprano del cáncer es muy importante, no sólo para la probabilidad de supervivencia de la paciente, sino también para el éxito de la preservación de fertilidad".
Diferentes estudios internacionales, como 'The influence of stage and grade of breast cancer on fertility preservation outcome in reproductive aged women' y 'Quality of life and fertility preservation counseling for women with gynecological cancer: an integrated psychological and clinical perspective', aconsejan la vitrificación de óvulos a aquellas mujeres que padecen un cáncer de mama y que quieren preservar su fertilidad.
Estos estudios coinciden en que muchos tratamientos, tanto del cáncer ginecológico como el de mama, disminuyen o destruyen completamente la función reproductiva de la mujer, una pérdida que a menudo origina graves problemas psicológicos, empeoramiento de la relaciones sexuales, depresión, ansiedad, ira, problemas de relaciones interpersonales, pérdida de autoestima, trastornos del sueño y hasta pensamientos suicidas.
El cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres españolas (30%), solo por detrás del cáncer de pulmón y se estima que 1 de cada 8 mujeres sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida, más de la mitad de ellas en edad reproductiva. Aunque el cáncer de mama no afecta directamente a los órganos reproductivos de la mujer, las consecuencias de esta enfermedad para la función reproductora puede ser devastadoras, debido a los tratamientos necesarios para salvar la vida de la mujer.
Tanto en el caso del cáncer ginecológico (ovarios, útero, vagina y vulva) como en el del cáncer de mama, el procedimiento de la preparación de la mujer para la extracción y congelación de los óvulos dura de 10 a 14 días y no condiciona la terapia del cáncer ni acelera la enfermedad, tal y como ha explicado el director de la Clínica MARGen y autor de uno de los estudios, Jan Tesarik.
Según el doctor, "en el siglo XX solo se pensaba en salvar la vida de la paciente, hoy también en preservar su fertilidad. Disponemos de métodos diagnósticos y terapéuticos que nos permiten individualizar el cuidado a la medida de cada paciente, tomando en cuenta diferentes aspectos de su vida sentimental, familiar, social y profesional".
Este enfoque, ha apuntado, exige una colaboración entre varios especialistas, un oncólogo, un ginecólogo, un psicólogo y un especialista en medicina reproductiva, y "el diagnóstico temprano del cáncer es muy importante, no solo para la probabilidad de supervivencia de la paciente, sino también para el éxito de la preservación de la fertilidad", ha añadido.