MADRID, 18 May. (EDIZIONES) -
Hay muchísimos mitos en torno a la menstruación que merece la pena desterrar porque es un punto fundamental en la vida de la mujer. ¿Sabías que, si menstruamos de media cinco días al mes, los 12 meses del año, y con 40 años de vida fértil, nos pasamos 2.400 días de nuestra vida con la regla, lo que vendrían a ser 6 años seguidos de nuestra vida?
Durante una entrevista con Infosalus, Lorena Serrano, médico especialista en Ginecología y Obstetricia, máster en Senología y Patología Mamaria, así como especialista en el Instituto Catal de la Salut, precisa que el 75% de las mujeres experimentarán algún síntoma los días antes de la regla, mientras que casi la mitad el síndrome premenstrual, "que no son lo mismo".
Dice que este último tampoco debería considerarse como normal, por tanto, siempre es motivo de consulta: "Muchas veces bromeamos culpando al síndrome premenstrual por ese antojo de chocolate que nos da de repente, pero la mayor parte de las veces tenemos 'molimia'; un término que hace referencia a aquellos cambios normales y leves que sentimos los días previos a la regla, como el dolor en los pechos, la hinchazón abdominal, o la irritabilidad".
En cambio, esta doctora subraya que el síndrome premenstrual es el conjunto de síntomas físicos y emocionales, leves o moderados, que ocurren de forma repetida en la segunda mitad del ciclo, y que "interfieren en la vida diaria de la mujer"; palabras que son clave a su entender.
Subraya que algunas medidas basadas en cambios en el estilo de vida son suficientes muchas veces en los casos leves, y además beneficiosas para la salud: dejar el tabaco; restringir el alcohol; limitar la sal y la cafeína; manejar el estrés y mejorar el descanso nocturno; aparte del ejercicio físico.
Aquí destaca esta especialista que fumar empeora la menstruación, el dolor mamario, aparte de la microbiota de la mujer; y subraya que hay estudios que dicen que, dado que es inflamatorio y su reacción también, el tabaco es capaz de empeorar el dolor de la regla.
MÉTODOS DE HIGIENE MENSTRUAL
Los métodos de higiene menstrual, por otro lado, ocupan gran parte de los mitos o desconocimientos sobre la menstruación. Aunque esta ginecóloga remarca que el uso de uno u otro depende de la mujer, sí resalta que no hay uno que sea mejor que otro, aunque obviamente todos tienen sus pros y sus contras.
En primer lugar, preguntamos a la doctora Serrano por las bragas menstruales, ahora tan de moda, y reconoce que son una buena opción para quienes tienen muchas infecciones porque tienen microbiota alterada.
"Antes de conocerlas era imaginarme una especie de pañal adaptado para la regla. Y nada más lejos de la realidad. Su aspecto es de unas braguitas normales y corrientes y su tejido es capaz de absorber el flujo menstrual sin que transfiera en la ropa. Suelen durar 2-3 años y aguantan unos 60 lavados de media. Ahora bien, es una opción más, y hay personas que solo las emplean para dormir. ¿Entre sus beneficios? Es más sostenible que otros productos para la menstruación".
¿Debemos dejar de usar las compresas? La ginecóloga reconoce que la primera vez que nos vino la regla a todas nos ofrecieron nuestras madres compresas. Puntualiza que se pueden llevar un máximo de 8 horas, aunque lo habitual es que se cambien en función del sangrado.
"A pesar de que son seguras y se toleran bien, algunas se fabrican con perfumes y otros productos químicos que pueden causar cierta irritación vulvar", avisa. A su vez, recuerda que son altamente contaminantes, dado que el 90% del material está formado por plástico que puede tardar hasta 300 años en degradarse.
¿Cuando no usar copa o tampón? Dice que normalmente, al ser métodos que se insertan en la vagina están desaconsejados tras un parto o un aborto, por ejemplo, cuando se coloca un DIU, o tras la realización de una histeroscopia, o se lleva a cabo algún procedimiento médico, ya que aumenta el riesgo de infección.
"Fuera de ahí, lo que la paciente quiera. No debemos olvidar que, al igual que las compresas desechables, los tampones generan una gran cantidad de residuos contaminantes", apostilla.
En cuanto a la copa menstrual, ahora tan de moda, subraya la médico especialista en Ginecología y Obstetricia remarca que "no hay mayor riesgo de prolapso por llevar la copa, si la llevamos pocas horas y días en toda nuestra vida", un mito extendido en cuanto a su uso.
En caso de que haya escapes los achaca a que no se lleva la talla correcta o bien porque no se han desplegado correctamente en el interior. Se fabrican de silicona, látex o TPE, y se insertan en la vagina para recolectar la sangre menstrual a medida que sale del útero.
"Se trata de una alternativa más sostenible que las compresas y que los tampones. Pueden llegar a durar hasta 10 años. Se pueden llevar entre 6 y 8 horas, y nunca se deberían sobrepasar las 12 ya que se puede aumentar el riesgo de infecciones", aclara. Sobre su utilización, la doctora Serrano aconseja lavarse con agua fría sin jabón tras vaciarla, y esterilizarla una vez acabada la regla con agua hirviendo.
¿Cuál es el caballito ganador de todas ellas? Esta ginecóloga destaca que "a nivel médico no una opción mejor que otra", sino que todas son igualmente efectivas a la hora de controlar el sangrado menstrual. "No hay tampoco muchos estudios que comparen directamente los distintos métodos. De entre los pocos que hay alguno concluye que la copa menstrual es una alternativa satisfactoria y sostenible al uso de tampones en quienes los usaban anteriormente", agrega.
