MADRID, 31 Ene. (EDIZIONES) -
Cuando un niño nace sigue unido a la madre por el cordón umbilical, que forma parte de la placenta. Cuando éste se corta, es cuando se separa realmente al niño de la madre. El momento del corte, a día de hoy, sigue siendo controvertido entre la comunidad científica, y a juicio de muchos expertos, todavía a día de hoy es necesario un mayor estudio.
Según precisa la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pinzamiento y corte 'precoz' del cordón umbilical es el que se realiza, generalmente, en los primeros 60 segundos tras el parto, en tanto que el pinzamiento y corte 'tardío' es el que se realiza transcurrido al menos un minuto desde el parto, o bien cuando han cesado las pulsaciones del cordón.
La polémica en torno a este tema existe porque, tal y como comenta la máxima organización médica del mundo, "retrasando el pinzamiento del cordón se consigue mantener el flujo sanguíneo entre la placenta y el recién nacido, y eso puede mejorar la dotación de hierro del niño incluso hasta los seis meses de vida".
En una entrevista con Infosalus, una de sus fundadoras y miembro de la junta directiva de la Associació de Llevadores del Part a Casa de Catalunya (ALPACC), Laia Casadevall, lamenta que en España a pesar de todas las recomendaciones, aún se sigue pinzando de forma precoz. "Algunos hospitales esperan más, aunque son muy reacios al pinzamiento óptimo", recalca.
BENEFICIOS DEL PINZAMIENTO TARDÍO
En concreto, la OMS remarca que este efecto puede ser "especialmente importante" para los lactantes que viven en entornos con pocos recursos, en los que hay un menor acceso a alimentos ricos en hierro.
Por ello, se recomienda el pinzamiento y el corte tardío del cordón umbilical (aproximadamente entre uno y tres minutos después de dar a luz) en todos los nacimientos, al tiempo que se inician simultáneamente los cuidados básicos del recién nacido. "No se recomienda el pinzamiento y corte precoz del cordón umbilical (menos de un minuto después del nacimiento), salvo que el recién nacido sufra hipoxia y deba ser trasladado de inmediato para su reanimación", puntualiza la OMS.
Desde la Federación española de matronas subrayan en un último estudio de 2009 que "la única ventaja documentada del pinzamiento precoz es la disminución del tiempo de alumbramiento y de la hemorragia posparto; en cambio, se observa más dificultad respiratoria, anemia e hipovolemia".
Además, sostienen que el pinzamiento tardío aumenta los depósitos de hierro, mejora la oxigenación cerebral, reduce la necesidad de trasfundir, disminuye las hemorragias intraventriculares y la sepsis, y por otra parte es seguro en el prematuro; sin embargo, advierte de que esta práctica aumenta la morbilidad neonatal por exceso de volumen sanguíneo, y está contraindicado en el crecimiento intrauterino retardado.
"El pinzamiento precoz se introdujo como práctica habitual y forma parte del tratamiento activo del alumbramiento (tracción del cordón, oxitocina y pinzamiento precoz) en muchos centros hospitalarios, mientras que el pinzamiento tardío es una práctica respetuosa con la fisiología. Así que hoy día existe una gran variabilidad en la práctica clínica en cuanto al momento de pinzar el cordón umbilical. Hay diferentes opiniones sobre los daños y/o beneficios del pinzamiento precoz frente al tardío, tanto para la madre como para el recién nacido", subraya.
Según la plataforma, 'El parto es nuestro', no hay un tiempo exacto para el clampaje del cordón, pero recuerdan que la OMS hace hincapié en el pinzamiento tardío o no pinzamiento como procedimientos fisiológico del cordón. "Esperar sólo dos minutos como a veces dicen los profesionales no es adecuado porque quizás no haya dejado de latir el cordón. No sólo hay que esperar a que deje de latir, sino que también es conveniente que se haya alumbrado ya la placenta. Y una vez que la placenta está fuera tampoco hay prisa por cortar. Se puede también evitar clampar tempranamente el cordón incluso cuando el bebé nace por cesárea", defienden.
En este punto, recuerdan que el cordón ha dejado de latir porque se queda blanco y es posible que lo haga a los 3, a los 7, a los 11, o a los 15 minutos o más. "Suele tardar entre 10 a 30 minutos. Hay que tener en cuenta que el cordón es parte del bebé, es un órgano que si late es porque está vivo y funcionando y por tanto desarrollando alguna actividad necesaria para el niño", advierten.
Así, insiste en que el cordón umbilical no debería ser pinzado antes de que deje de latir porque mientras el cordón lata, la placenta seguirá insuflando sangre en el cuerpo del bebé. "Esta sangre es rica en nutrientes y proporciona una reserva de hierro al niño. Si no la recibiese el niño tendrá un déficit de reservas de hierro y puede padecer anemia, motivo por el cual se insta a las madres a comenzar con la alimentación complementaria muy pronto. Además, es una excusa perfecta para dejar al bebe sobre su madre, en lugar de cortar-provocar llanto-separar, y fomentar así el contacto piel con piel desde el primer minuto", defienden.
Además retrasando el corte, sostienen que la placenta sigue con su función oxigenadora del cuerpo del bebé mientras continúe transmitiendo sangre. Y esto, en el momento inmediatamente posterior al nacimiento, es un seguro de vida contra la anoxia (falta de oxígeno) postnatal. "Si no se pinza y no se corta podrá seguir proporcionando al recién nacido una segunda fuente de oxígeno y sus pulmones pueden tomarse su tiempo para comenzar a funcionar perfectamente, y no será necesario forzarlos, ni hacer llorar al bebé, ni darle un golpe en la espalda para que respire. Así lo ha previsto la naturaleza", añade.
PINZAMIENTOOPTIMO.ORG
En relación con este asunto, cinco matronas catalanas, entre las que se encuentra Casadevall, decidieron poner en marcha hace algo más de un año la 'Plataforma científica en defensa del pinzamiento óptimo del cordón umbilical', con el objetivo de fomentar en España un clampaje tardío del cordón umbilical, tanto en la sociedad como entre los profesionales sanitarios.
Entre otros puntos, esta plataforma cuenta con numerosos artículos científicos en defensa de un clampaje tardío del cordón, así como con la colaboración de expertas de renombre en la materia a nivel internacional.