Una de cada tres mujeres con discapacidad no ha ido nunca a una consulta ginecológica

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Publicado: viernes, 9 junio 2023 14:54

   MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

   La ginecóloga de la Clínica HLA Montpellier, la doctora Adelina Salazar ha asegurado, durante la conferencia 'Ginecología y mujeres con discapacidad' organizada por la Clínica HLA Montpellier y Fundación Dfa, que "una de cada tres mujeres con discapacidad no ha acudido nunca a una consulta ginecológica".

   En este encuentro los expertos han informado acerca de las patologías ginecológicas más frecuentes que sufren las personas en condición de discapacidad física y concienciaron acerca de las dificultades que tienen que afrontar a la hora de acudir a revisiones ginecológicas periódicamente.

   Acudir a la consulta de ginecología es un obstáculo para muchas mujeres con discapacidad física. La falta de espacios amplios, de camillas adaptadas y de grúas para transferir a la paciente suponen importantes barreras a la hora de someterse a revisiones, ecografías y seguimiento de embarazos.

   "El primer problema al que se enfrentan es la carencia de un plan o protocolo de formación que impide que estas personas puedan ser atendidas y manejadas de forma adecuada en una consulta", ha comentado la doctora Salazar.

   El miedo o la vergüenza, el hecho de considerar que no es necesario o bien la no derivación desde Atención Primaria son algunas de las circunstancias por las que muchas mujeres con discapacidad no acceden a una consulta ginecológica. Aunque la más importante, según la doctora, es la ausencia de recursos adecuados.

   "Nos referimos a la falta de camillas adaptadas, a la formación del personal humano o a la poca empatía", ha aclarado. Por este motivo ha puesto de relieve la importancia de acudir a las revisiones ginecológicas "no por una necesidad meramente curativa, sino también de forma preventiva".

   Más allá de acudir por obligación cuando aparece algún síntoma de alarma, la experta ha recomendado visitar la consulta al comenzar la vida sexual; a los 25 años, en caso de no haberse iniciado en las relaciones sexuales; o al menos una vez al año a partir de estas edades.

   Asimismo, la doctora Salazar ha recomendado centrarse en la prevención de enfermedades ginecológicas y las principales patologías asociadas, entre las que se encuentran las infecciones vulvovaginales o urinarias. Vigilar el color y el tipo de flujo es importante para detectar enfermedades como candidiasis, tricomoniasis, vaginosis bacteriana, vaginitis inflamatoria descamativa o vaginitis atrófica.

   Para ello, ha aconsejado usar ropa interior de algodón y poco ajustada, lavarse con jabones adecuados, limitar la depilación, no ingerir alimentos muy ricos en azúcares o vigilar la humedad en la zona durante la temporada de piscinas y playas, etc.

   Por su parte, la terapeuta ocupacional y voluntaria de la Fundación Dfa, Marina Joven, ha incidido en la necesidad de "ir avanzando y romper un montón de barreras" ya que "aún queda mucho para la lograr inclusión".

   La terapeuta ocupacional se ha referido a las barreras "biomédicas" y ha recordado la "falta de acompañamiento adecuado" que notó en cuanto a su salud sexual tras sobrevenirle la discapacidad. También ha querido poner el foco en las barreras arquitectónicas que "entre todos se pueden romper fácilmente porque es cuestión de recursos".

   Como ejemplos, ha propuesto "bajar y hacer graduables las camillas de exploración y poner grúas en las consultas de ginecología".

   También ha incidido en la formación del personal sociosanitario para el acompañamiento en la consulta. "Hay veces que no te pueden atender porque no saben ayudarte a subir o lo hacen de manera inadecuada, con la carga social que eso supone para nosotras mismas. No debería ser así porque soy una mujer con el mismo derecho que el resto de acceder a un recurso de salud sexual y reproductiva", ha declarado.