MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
Practicar pilates durante el embarazo es beneficioso para la madre y el bebé, ya que ayuda a equilibrar los cambios que experimenta el cuerpo femenino y lo prepara para el momento del parto. Es importante personalizar las sesiones de pilates según las necesidades de cada madre y el periodo de gestación será clave para potenciar los beneficios y realizar un seguimiento de sus progresos.
Así lo destaca la fisioterapeuta y monitora de pilates en Zagros Sports, Noelia Sánchez, quien indica la importancia de seguir las pautas adecuadas en la rutina de ejercicio a medida que avanzan los meses de gestación y los beneficios del pilates para las futuras madres.
Durante el embarazo, practicar ejercicio moderado favorece el desarrollo del feto y contribuye a la salud de la madre, flexibilizando la musculatura, estimulando la circulación sanguínea y equilibrando los niveles hormonales.
De esta forma, las futuras madres se adaptan a los cambios corporales que se van produciendo durante la gestación, con el objetivo de dinamizar su pelvis y permitir mayor movimiento, tanto en anteversión como en retroversión, movimientos claves en el momento expulsivo del parto. Además de reforzar el esquema corporal, tan afectado en los meses de gestación.
Uno de los beneficios clave se encuentra en el momento del parto ya que en muchos centros se le ofrece a la mujer un fitball en la sala de dilatación, un elemento que muchas mujeres deconocen y por tanto, no saben utilizarlo, lo que reduce todo el beneficio que les puede llegar a aportar, sobre todo en cuanto al manejo del dolor y la dilatación, explica la especialista.
EJERCICIOS ADAPTADOS
La supervisión por parte de entrenadores cualificados de las rutinas de entrenamiento será clave para la correcta ejecución de los ejercicios y el mantenimiento de la salud de la madre. Desde Zagros Sports aconsejan que durante el primer trimestre se realicen rutinas de baja intensidad dado que son los meses más peligrosos para la supervivencia del feto.
También inciden en que las clases se pueden adaptar según las necesidades de cada madre hasta convertirse en sesiones de respiración, movilización articular y toma de conciencia corporal. Este ejercicio también puede ayudar a minimizar los síntomas y molestias típicos de los primeros meses de gestación.
Es importante que el inicio de las clases se realice de forma progresiva y con un tiempo de adaptación amplio dado que el organismo no estará preparado para asumir tantos cambios de golpe. También es aconsejable que estos ejercicios se realicen de forma personalizada y contando con un profesional.
El tipo de pilates más indicado es el que se realiza en máquinas especializadas donde, aunque el método sigue los mismos principios, los ejercicios se ejecutan de forma distinta. El número ideal de sesiones es de 2 a la semana y además se conveniente compaginarlos con otras disciplinas como el yoga y el baile.
Es bastante relevante dar dinamismo a la pelvis de la mujer para prepararla para las modificaciones de peso que va a tener que ir soportando, evitando de esta manera problemas en parrillas costales, deseos constante de ir al baño por exceso de presión o tensión de la musculatura del suelo pélvico.
No es aconsejable practicar ejercicio cuando se dan situaciones de riegos como hipertensión, partos prematuros previos, sangrados o enfermedades pulmonares. En caso de tener un embarazo múltiple, fatiga extrema o anemia es aconsejable contar con el beneplácito del médico ginecólogo para acudir a las clases de pilates, recuerda la especialista.
BENEFICIOS A LO LARGO DE 9 MESES
Practicar ejercicio a lo largo de los nueve meses de embarazo prepara el cuerpo para el esfuerzo de dar a luz y facilita su recuperación postparto. Según la experta este "es un método que requiere mucha adaptación de forma individualizada pero la repercusión positiva vale la pena ya que mejora la salud y el día a día de las madres". Entre los beneficios de esta actividad se encuentran:
- Aumenta la conciencia del propio cuerpo incrementando en la madre la conciencia de su propio cuerpo y los cambios que experimenta, así como de la presencia del bebé. A su vez, los ejercicios de pilates potencian un mayor control de la respiración, elemento clave a la hora de dar a luz.
- Facilita el parto gracias a mantener el equilibrio del tono abdominal y del suelo pélvico ya que este ejercicio permite conocer el estado de los músculos abdominales y del suelo pélvico es esencial para equilibrarlo a nivel muscular, ya que durante el embarazo se producen alteraciones debido al peso del bebé.
- Reduce la presión lumbar producen dolor de espalda debido al crecimiento de la barriga se ven aliviados y se corrige la postura.
- Fortalece brazos y piernas debido a que el refuerzo de los músculos de todo el cuerpo hará más llevadera la rutina diaria y favorecerá una mejor circulación de la sangre. La relajación y los estiramientos liberan la tensión en los músculos y mejoran la elasticidad.
- Mejora la resistencia en el parto ya que al mejorar la capacidad cardiovascular, las madres están más preparadas asumir el parto, desarrollando una mayor resistencia que si no practicaran ningún tipo de actividad física.
- Favorece el correcto posicionamiento del bebé de forma natural ya que se abre más espacio al bebé y se mejora la condición de adaptación de ambos, niño y madre.