Depresión postparto
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Actualizado: lunes, 23 octubre 2017 8:15

   MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Las mujeres que dan a luz en invierno o en primavera son menos propensas que las mujeres que alumbran en otoño o verano a sufrir depresión posparto (PPD, por sus siglas en inglés), según sugiere un estudio presentado en la reunión anual ANESTHESIOLOGY 2017, la reunión anual de la Sociedad Americana de Anestesiólogos, que se celebra este año en Boston, Estados Unidos.

   El estudio también encontró que las mujeres que dieron a luz a bebés en una edad gestacional más alta (más adelante en su embarazo) tenían menos probabilidades de desarrollar PPD y las mujeres que alumbraron a sus hijos sin anestesia, como la epidural, tenían mayor riesgo. Según los autores, este último caso puede deberse al dolor asociado con el trabajo de parto que puede haber traumatizado a las mujeres durante el parto o simplemente que quienes rechazaron la anestesia tuvieran características intrínsecas que las hicieran más vulnerable a experimentar PPD.

   Las mujeres caucásicas presentaban un riesgo menor de PPD en comparación con las mujeres de otras razas. Además, el aumento del índice de masa corporal (IMC) se asocia con un mayor riesgo de PPD y no se halló relación entre el modo de llegada al mundo del niño y el PPD.

   "Queríamos averiguar si existen ciertos factores que influyen en el riesgo de desarrollar depresión postparto que pueden evitarse para mejorar la salud de las mujeres, tanto física como mentalmente", subraya la autora principal del estudio, Jie Zhou, del Hospital Brigham y de Mujeres de Boston, Estados Unidos.

MENOS ESTRÉS POR DAR A LUZ A UN NIÑO MADURO GESTACIONALMENTE

   Al menos el 10 por ciento de las mujeres sufre de ansiedad o trastornos depresivos después del parto, con síntomas como tristeza, inquietud y/o agitación y disminución de la concentración. El PPD generalmente surge de una combinación de cambios hormonales, ajustes psicológicos a la maternidad y la fatiga. Si no se trata, el PPD puede interferir en la unión madre-hijo y causar angustia a la madre, al bebé y a toda la familia.

   El estudio incluyó una revisión de registros médicos de 20.169 mujeres que dieron a luz a bebés desde junio de 2015 hasta agosto de 2017. Un total de 817 (4,1 por ciento) mujeres experimentaron PPD. Aunque no se evaluó por qué ciertos factores pueden influir en el desarrollo de PPD, Zhou señala que cuanto mayor es la edad gestacional, o mientras más avanzada esté una mujer en su embarazo, más maduro típicamente estará el bebé en el parto. "Se espera que la madre mejore y esté menos estresada mentalmente al dar a luz un bebé maduro y saludable", argumenta.

   Además, los autores sugieren que el mecanismo de protección observado para las mujeres que dan a luz en invierno y primavera puede atribuirse al disfrute estacional de las actividades interiores que las madres experimentan con los recién nacidos, pero dicen que las actividades al aire libre, aunque no son convenientes, también son buenas para los recién nacidos y ayudan a aumentar su exposición al sol.

   "La diferencia significativa en el riesgo de desarrollar PPD entre caucásicas y otras poblaciones puede deberse a las diferencias en el nivel socioeconómico entre estas etnias --anota--. Además, las mujeres con mayor IMC necesitaban más seguimiento ambulatorio materno hospitalario y presentaban más complicaciones relacionadas con el embarazo, lo que podría afectar a las perspectivas maternas".

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