MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
En la leche materna se encuentra el mejor alimento para el bebé, y su composición y nutrientes se adaptan en el tiempo para proporcionarle justo lo que necesita; entre sus cualidades destacan la disminución de que el niño desarrolle patologías a lo largo del tiempo como obesidad, diabetes tipo 1 y tipo 2, entre otras muchas.
Además, tiene múltiples beneficios para la madre, ya que reduce las hemorragias postparto, el riesgo de cáncer de ovario y de mama y de padecer diabetes tipo 2. A ello se le añade que el fortalecimiento del vínculo afectivo entre la madre y el bebé también está considerado como un importante beneficio por los especialistas.
El cuidado de los aspectos nutricionales durante el periodo de gestación es muy importante. Pero este hábito es también importante mantenerlo durante la lactancia porque "una alimentación variada es fundamental para una lactancia satisfactoria y duradera", ha asegurado doctor Enrique Sánchez, pediatra y neonatólogo del Vithas Parque San Antonio.
Sin embargo, ¿cómo se puede mejorar la calidad de la leche materna? Los especialista de Vithas dan una serie consejos nutricionales, que se deben seguir también durante el periodo de lactancia:
- Beber 1,5 o 2 litros de agua al día: es fundamental en el periodo de lactancia, "si se quiere preservar la calidad y cantidad de leche y con ello el estado nutricional del niño y de la madre, ya que conviene recordar que la leche es 85 por ciento agua en su composición", ha explicado el doctor Sánchez.
- Vitamina B1 o tiamina: incluida en frutos secos, lomo, carne magra de cerdo, legumbres, huevos, etc. Es un nutriente esencial para el metabolismo de los hidratos de carbono ya que ayuda a transformar los carbohidratos en energía para el cuerpo.
- El yodo: es un componente de las células que genera la glándula tiroides y es beneficioso porque es un oligoelemento nutricional necesario para múltiples funciones vitales. Lo encontramos en alimentos que provienen del mar, como la sal yodada, el pescado y el marisco.
- El hierro: "la anemia durante la gestación es principalmente dilucional, a pesar de lo cual, casi siempre se suelen prescribir suplementos de hierro a la gestante, con lo cual sus depósitos están más que garantizados para la lactancia", según el jefe de servicio de Pediatría Hospital Vithas Santa Catalina, Francisco Domínguez Ortega.
- Evita alimentos que pueden provocar flatulencias en el bebé como coliflor, brócoli, garbanzos, coles: las coles, el ajo, las cebollas y, principalmente los espárragos, "modifican el sabor de la leche materna al contener sustancias volátiles o aceites esenciales, pero esa variabilidad no tiene que ser negativa, dado que puede adaptar al bebé a sabores distintos. Salvo que produzca un rechazo evidente de la leche materna, no deben ser evitados sistemáticamente", ha manifestado el jefe de Servicio de Pediatría Hospital Vithas Santa Catalina, Domínguez Ortega.
Estos alimentos se pueden sustituir "por calabacín, zanahorias, zumos de frutas que también aportan vitaminas, y minerales", ha asegurado la doctora Aramburu del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima.
- Las bebidas alcohólicas, mejor mantenerlas al margen de la dieta: no se deben tomar bebidas alcohólicas, ni una copa de vino, ni una caña, carecen de aportes nutricionales, vitaminas, y "el consumo de alcohol durante la lactancia materna está contraindicado porque pasa rápidamente a la leche materna y altera el desarrollo cerebral del bebé, puede producir sueño y disminuye la producción de leche; también modifica el olor de la leche y el niño puede rechazarlo", según la doctora Portugués del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima.
- No tomar cafeína: para evitar estados de irritabilidad y falta de sueño en el bebé "se debe evitar una ingesta elevada de cafeína, más de tres tazas de café, chocolate o té o bebidas con cola, porque se difunde por la leche materna", ha especificado el jefe de servicio de Pediatría del Hospital Vithas Santa Catalina.
- Comer dulces sí, pero de forma moderada: como en cualquier dieta, el consumo moderado de dulces no es perjudicial para la leche materna. Según la doctora Aramburu, del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima, "lo ideal es que la madre no supere las 2.300-2.500 calorías porque lo importante en una dieta sana y equilibrada, tal como recomienda el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría".