Cómo afrontar los desafíos de la lactancia materna en un parto prematuro

Bebé prematuro
MEDELA
Actualizado: lunes, 19 noviembre 2018 10:57

MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

La provisión de leche materna es fundamental para el desarrollo y crecimiento de los bebés en los primeros meses de vida, sobre todo si se trata de un nacimiento prematuro, referido a aquellos nacidos antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación.

Sin embargo, el parto pretérmino plantea un conjunto específico de dificultades que complican la alimentación oral y la progresión de los bebés prematuros hacia la lactancia materna. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año en el mundo nacen unos 15 millones de niños antes de llegar a término, mientras que en España, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) señalaban que en 2015 nacieron aproximadamente 27.000 niños de forma prematura.

Con motivo del Día Mundial del Niño Prematuro, Medela a puesto de manifiesto algunas de las dificultades de la lactancia materna en bebés pretérmino, ya que estos bebés alimentados con leche de sus madres tienden a recibir el alta hospitalaria dos semanas antes que los alimentados con leche de fórmula.

De entre las dificultades que uno de estos nacimientos puede suponer en la lactancia, destacan el propio inicio del suministro, que se suele activar cuando el recién nacido se agarra al pecho y comienza a succionar de forma rítmica; pero en un parto prematuro el bebé tenga dificultades para tomar el pecho.

En este sentido, es fundamental el apoyo a la madre para la extracción temprana de la
leche y el fomento del contacto piel con piel, lo que contribuirá a que se libere la oxitocina, una hormona que contribuirá a iniciar la producción de leche. Además, extraer un poco de leche y dejarla sobre el pezón antes de colocar al bebé en el pecho puede ayudarle a despertar su deseo.

La coordinación del reflejo succión-deglución-respiración es, a veces, un problema, ya que el desarrollo de las vías cerebrales y del tronco encefálico implicadas en la función
motora bucal, la deglución y la respiración se ve interrumpido en un nacimiento
prematuro, afectando a la capacidad inicial del bebé para alimentarse por vía oral.

Hasta que el bebé esté listo para alimentarse directamente del pecho, las madres pueden administrar pequeñas cantidades de leche en la boca de los bebés con una jeringa o con bastoncillos de algodón empapados de leche materna, permitiendo al bebé prematuro probar la leche, facilitar el paso a una lactancia completa y recubrir su boca con los componentes protectores e inmunitarios de la leche.

Otra dificultad puede ser el movimiento de la lengua y agarre al pecho, muy importante durante la lactancia para extraer la leche y transferirla de forma segura a la faringe antes de deglutirla. Los bebés prematuros no presentan un patrón constante de movimiento de la lengua o de vacío durante la lactancia, para ello se utilizar una pezonera, que puede contribuir a facilitar el proceso de aprendizaje de alimentación oral de los prematuros y al agarre del lactante al pecho, a la extracción de leche y a minimizar el dolor en el pezón durante la lactancia.

Tras el nacimiento pretérmino es habitual que se traslade al bebé a la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), separando a la madre y al lactante durante la hospitalización. En ocasiones, esta separación provoca situaciones estresantes que pueden alterar las 'subidas y bajadas de la leche' en la madre. Los problemas emocionales debidos al nacimiento prematuro, como el estrés, la ansiedad o la falta de sueño que experimentan las madres durante el posparto pueden complicar aún más el inicio y mantenimiento de la lactancia.

LOS BENEFICIOS DE LA LECHE MATERNA Y LA DOBLE EXTRACCIÓN

A pesar de las dificultades que puedan presentarse, la protección que ofrece la lactancia materna es especialmente importante para los bebés nacidos antes de la semana 37 de embarazo. Al nacer tan pronto, estos no reciben factores como el DHA (un ácido graso vital para el desarrollo saludable del cerebro y los ojos) o la inmunoglobina G (un anticuerpo) que se trasporta desde la madre al feto a través de la placenta.

Por ello, la leche materna de los bebés pretérmino contiene mayores niveles de hormonas, ácidos grasos, proteínas, factores de crecimiento y agentes protectores que contribuyen a evitar problemas importantes a los que se expone un bebé prematuro, como infecciones graves.

En el caso de que la madre deba extraerse leche, el método de la extracción doble
permite maximizar de media un 18 por ciento la cantidad de leche extraída en comparación con la extracción sucesiva de cada pecho o simple. La eficacia de este método recae en que un pecho bien vaciado indica al sistema de la madre que debe producir más leche, al contrario de lo que sucede si queda leche en el pecho tras una extracción ineficiente.