MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El 20 por ciento de las mujeres entre 50 y 86 años padece osteoporosis, y hasta el 72 por ciento de las mujeres españolas de más de 50 años no recibe tratamiento preventivo después de la primera fractura porque no la considera una advertencia sobre futuras fracturas, según el laboratorio farmacéutico Nutripharma.
El 20 por ciento de las mujeres entre 50 y 86 años, que se encuentran en la etapa posmenopáusica, padece osteoporosis, una enfermedad que debilita la densidad y la calidad del hueso, lo que puede desencadenar en fracturas por fragilidad. En el caso de las mujeres, la probabilidad que sufran esta enfermedad es mayor a partir de la menopausia porque disminuye la producción de estrógenos, la hormona encargada de proteger los huesos.
Además, según el laboratorio, el 72 por ciento de las mujeres españolas de más de 50 años no recibe tratamiento preventivo después de la primera factura porque no la considera una advertencia sobre futuras facturas fracturas. "La pérdida de masa ósea no presenta síntomas, por lo cual las afectadas no saben que la padecen hasta que se produce la primera fractura, en muchos casos por traumatismos mínimos como un pequeño golpe" ha defendido el responsable de Nutripharma, Francisco Maldonado.
En este sentido, según el informe 'Huesos rotos, vidas
rotas: guía para afrontar la crisis de fracturas por fragilidad en España' de la International Osteoporosis Foundation (IOF), una de cada tres mujeres de más de 50 años sufrirá una fractura por debilidad durante el resto de su vida.
Para ello, señalan desde Nutripharma, o, es imprescindible aplicar métodos de prevención, no solo para evitar la pérdida temprana de densidad ósea, sino para que las articulaciones, que permiten la unión de los huesos, no se desgasten y no aparezca la dolorida artrosis. Además, un buen mantenimiento de la masa muscular esquelética sería vital para que los huesos se mantengan bien protegidos.
Por ello, una correcta alimentación, rica en vitaminas, minerales y proteínas saludables, además de ejercicio de fuerza moderada es una de las bases para evitar las fracturas óseas. Pero en el 87 por ciento de los casos, la alimentación diaria de las mujeres con más de 50 años está por debajo de las cantidades diarias recomendadas de vitaminas, minerales y proteínas, y un 92 por ciento no realizan ningún tipo de ejercicio de fuerza.
LA CALIDAD DE VIDA DISMINUYE TRAS LA PRIMERA FRACTURA
Sólo uno de cada cuatro pacientes que ha sufrido una fractura recupera su vida anterior. Las partes del cuerpo más afectadas suelen ser la cadera, el húmero, la muñeca y la columna vertebral. El mismo informe refleja que "un año después de una fractura de cadera, el 40 por ciento de los pacientes sigue sin poder caminar por sí solo y el 80 por ciento sufre limitaciones para llevar a cabo otras actividades como conducir o ir a la compra".
Las mujeres, además, son más propensas que los hombres a sufrir dolor crónico como dolor de espalda, fibromialgia, artritis y osteoartritis. Cuando estas están entrando en la perimenopausia o la posmenopausia y sus niveles de estrógeno están fluctuando, el riesgo de padecen morbilidad por dolor crónico aumenta considerablemente.