La variedad de terapias para EII es clave ya que en algunos pacientes la tasa de respuesta no supera el 40%

Archivo - Hombre con dolor de estómago.
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Publicado: lunes, 22 abril 2024 15:25

Solo alrededor del 10 por ciento de los pacientes con EII no responden a ninguno de los tratamientos disponibles

MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

La disponibilidad de diferentes terapias y tratamientos para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es clave para que todos los pacientes puedan encontrar su tratamiento idóneo ya que, en algunos pacientes y tratamientos específicos la tasa de respuesta no supera el 40 por ciento, aunque solo el 10-20 por ciento de los pacientes no responden a ningún tratamiento y se convierten en pacientes refractarios.

Así lo han resaltado diferentes expertos del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU) durante la I Jornada de Divulgación en Enfermedad Inflamatoria Intestinal con Medios de Comunicación celebrada este lunes en la que han incidido en la necesidad de tratar precozmente a los pacientes para evitar la progresión de la enfermedad y encontrar el tratamiento adecuado a su condición ya que no todos funcionan por igual en todos los pacientes.

"El problema es que las tasas de respuesta en algunos fármacos y pacientes concretos no superan el 40 por ciento. Algunos pacientes no responden a un tipo de tratamiento y van probando otros, hay pacientes que han pasado por muchos tratamientos hasta dar con el suyo porque tienen efectos adversos, etc. Es un proceso largo", ha señalado la vicepresidenta de GETTECCU y médica adjunta del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitari Mútua Terrassa en Barcelona, la doctora Yamile Zabana.

Por este motivo, los expertos han apuntado como uno de los retos en el abordaje de la EII la necesidad de tener más vías de tratamiento porque con un solo fármaco no se consigue dar cobertura a todos los pacientes. Además, "la mayor parte de los pacientes van a requerir tratamiento de por vida", ha aseverado la doctora Zabana.

La enfermedad inflamatoria intestinal se produce por una inflamación descontrolada del intestino debido fundamentalmente a los hábitos de vida como la alimentación o el tabaco, aunque sus causas aún se investigan. Actualmente el 0,8 por ciento de la población tiene esta patología, pero se prevé que para 2030 la tengan el uno por ciento. Las formas más comunes de EII son la enfermedad de Chron, con una incidencia de 7,4 casos por cada 100.000 habitantes en España, y la colitis ulcerosa, con una incidencia de 8,1 casos por cada 100.000 habitantes.

Se trata de patologías que tienen un gran impacto a nivel físico y en la calidad de vida de los pacientes ya que entre sus síntomas se encuentran la diarrea, el dolor abdominal, el sangrado en las heces, el dolor articular, etc, por lo que puede llegar a ser muy limitante si no se trata adecuadamente ya que, aunque no se puede llegar a una curación completa, sí que se pueden reducir y controlar los síntomas.

Según ha explicado la doctora Zabana, la EII es una enfermedad compleja y actualmente se dispone de diferentes terapias para tratarla. En primer lugar destaca el uso de los biosimilares, que tienen el mismo efecto que otras terapias anteriores pero con un precio mucho menor.

Concretamente, con los biosimilares destaca la terapia con los anti-TNF. El principal es el IFX subcutáneo ya que tiene una buena tolerancia, mejores tasas de persistencia y la posibilidad de tratamiento sin inmunomoduladores asociados, además de facilitar la adherencia ya que, al ser subcutáneo el paciente no tiene por qué acudir diariamente al hospital. No obstante, este tratamiento tiene poca persistencia porque genera mucho efecto inmune.

La retirada del tratamiento con IFX conlleva un riesgo seis veces mayor de recidiva, frente al mantenimiento monoterapia o en combinación con otras.

Por otro lado, la experta ha destacado la terapia con inhibidores de Jak, cuyo mecanismo de acción es intracelular y no se combinan con otras terapias. "Además, son pastillas y esto importa porque es mejor que una inyección para el paciente, pero son diarios y las inyecciones son cada quince días dependiendo del tipo. Esta terapia se posiciona como los nuevos agentes del futuro por su bajo coste de producción, la baja inmunogenicidad, la facilidad de uso y el bloqueo de múltiples vías", ha explicado la doctora Zabana.

Actualmente hay tres inhibidores de Jak disponibles para tratar EII: el tofacitinib, el upadacitinib y el filgotinib. No obstante, esta terapia debe evitarse en mayores de 65 años, en fumadores activos o los que tienen un riesgo aumentado de neoplasias. Solo se pueden usar en estos pacientes siempre y cuando no haya otra opción disponible.

Por otro lado, también se encuentra la terapia con moduladores S1P1r, que son fármacos que inhiben el tráfico de leucocitos y tienen una rápida acción. Y la terapia anti-IL23, que parece ser el camino futuro de tratamiento. Asimismo, la experta ha destacado que ya se tiene evidencia de la eficacia de la terapia combinada, sobre todo en la colitis ulcerosa.

"Ya no nos basta solo con la mejoría de los síntomas sino que buscamos la remisión clínica, la curación, pero hay que valorar el riesgo de seguir poniendo inmunosupresores al paciente si este se encuentra mejor y no tiene síntomas, etc", ha apuntado Yamile Zabana.

ENFERMEDAD DE CHRON Y COLITIS ULCEROSA: SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO

La EII es una patología crónica que afecta principalmente al colon y/o al intestino delgado, aunque pueden verse afectados otros tramos, en caso de la enfermedad de Crohn, e incluso presentar manifestaciones fuera del intestino. Esta enfermedad engloba dos patologías: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, ambas con sus características particulares.

Los síntomas pueden variar mucho entre personas, pero con frecuencia incluyen la diarrea, el dolor abdominal, el sangrado rectal, o síntomas generales como la fatiga o la pérdida peso. Puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más frecuente que se inicie en personas jóvenes en torno a los 20-40 años y, sobre todo, es una enfermedad compleja.

"Además de los síntomas que produce, la inflamación asociada a la enfermedad y los brotes de actividad causan un daño progresivo a nivel de la pared intestinal, lo que ocasiona complicaciones como las estenosis (disminuciones de calibre), abscesos o fístulas, que pueden a aparecer tanto a nivel abdominal como perianal, lo que origina aún una mayor disminución de la calidad de vida", ha señalado el médico adjunto del aparato digestivo del Hospital de Galdakao en Bilbao, el docto Iago Rodríguez-Lago.

Asimismo, estas patologías suelen tardar en diagnosticarse unos cinco meses en España y, por ejemplo, en el caso de la enfermedad de Chron, uno de cada cinco pacientes tiene complicaciones en el diagnóstico.

Esta complejidad implica un impacto significativo en los sistemas sanitarios. "La EII se asocia a un alto consumo de recursos por la asistencia hospitalaria, consultas, tratamientos médicos, hospitalizaciones y cirugías. Ante esto, y contando también con la complejidad que comportan estas patologías, es necesario disponer de profesionales formados, así como equipos multidisciplinares que aseguren una asistencia de calidad a estos pacientes", ha indicado el doctor Rodríguez-Lago.

Para intentar que todas las personas con esta condición tengan una atención de excelencia, GETECCU planteó el Programa de Certificación de las Unidades de Atención Integral a pacientes con EII. A día de hoy esta iniciativa ha conseguido tener casi 100 unidades adheridas en todo el territorio nacional con 3898 pacientes, la mayoría de ellos en la Comunidad de Madrid, Galicia y la Comunidad Valenciana.