¿Qué es el tratamiento quirúrgico con HIPEC? "Una esperanza" para muchos pacientes con cáncer metastásico peritoneal

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Archivo - Quirófano. - SANTYPAN/ ISCTOK - Archivo
Actualizado: domingo, 12 diciembre 2021 4:33

   MADRID, 11 Dic. (EDIZIONES) -

   En torno a los años 90 surgió un nuevo tratamiento quirúrgico que ha cambiado el pronóstico de los pacientes con metástasis peritoneales de diversos cánceres, hasta entonces sin posibilidad de curación.

   Se trata de los procedimientos de citorreducción (extirpación de todos los tumores) con quimioterapia en el interior de la cavidad abdominal, y a una temperatura elevada (potencia su efecto local), durante el mismo acto quirúrgico. Esta quimioterapia hipertérmica intraperitoneal se conoce como HIPEC por sus siglas en inglés.

   En Infosalus entrevistamos al doctor Fernando Pereira, actual coordinador del Grupo español de cirugía oncológica peritoneal (GECOP), de la de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ), y experto en esta quimioterapia intraoperatoria hipertérmica.

   "Tras la extirpación de los nódulos tumorales, y durante la misma intervención, se procede a la administración de quimioterapia a través de una máquina de perfusión extracorpórea, y a una temperatura elevada, ya que el calor tiene un efecto potenciador contra el cáncer", detalla.

   El también jefe de servicio de Cirugía del Hospital Universitario de Fuenlabrada destaca que mediante la cirugía de citorreducción con la HIPEC se consiguen "excelentes resultados" en el pronóstico de algunos tumores de la cavidad abdominal, hasta ahora incurables.

   Recalca, eso sí, que este procedimiento quirúrgico no es válido para todos los tumores, ni tampoco para todos los pacientes con estos cánceres, ya que deben cumplir unas características determinadas. "Gracias a estos procedimientos de citorreducción, que tradicionalmente se han combinado con la HIPEC, hay un porcentaje de pacientes que incluso se curan, y antes sin esta técnica esto no era posible. Solo se consideraban para tratamientos paliativos", remarca.

   Aunque estos pacientes suelen recibir también ciclos de quimioterapia intravenosa, otro de los beneficios de la HIPEC es que permite administrar concentraciones muy altas de quimioterapia que reciben dentro de la cavidad abdominal, imposibles de administrar por vía endovenosa, y sin la toxicidad clásica de esta última, ya que la quimioterapia se absorbe mínimamente en el interior de la cavidad. Además, como se hace en temperaturas elevadas, se potencia su poder de destrucción de las células cancerosas.

EN QUÉ CÁNCERES SE PUEDE EMPLEAR

   En concreto, este cirujano del cáncer detalla que este procedimiento quirúrgico puede emplearse en diversas neoplasias: "Es el tratamiento de elección de dos neoplasias muy poco frecuentes, con una incidencia de uno a tres casos por millón de habitantes al año: el pseudomixoma peritoneal (que surge generalmente en el apéndice) y el mesotelioma peritoneal (cáncer originado en el revestimiento interior del abdomen)".

   Asimismo, el doctor Pereira indica que se emplea en muchas metástasis peritoneales de cáncer de colon; en el cáncer de ovario, enfermedad que en el 80% de los casos se manifiesta ya fuera de los ovarios, extendida por la cavidad abdominal; y en algunos casos muy seleccionados de cáncer de estómago.

   Subraya que además hay una serie de indicaciones no convencionales para la HIPEC y que incluyen una variedad enorme de tumores que ocasionalmente desarrollan una predilección especial por este tipo de metástasis, permaneciendo largos periodos controladas con quimioterapia endovenosa, y pudiendo ser candidatas a este tratamiento de forma individualizada.

IMPRESCINDIBLE UN EQUIPO SANITARIO EXPERIMENTADO

   Según insiste el coordinador del GECOP, la HIPEC ha supuesto "una esperanza" para pacientes que hace apenas 20 años no la tenían. Sin embargo, resalta que se trata de un procedimiento quirúrgico complejo, que necesita una importante infraestructura hospitalaria, así como un alto número de recursos, y muchas veces hospitalizaciones largas.

   "Tiene una clara curva de aprendizaje, que se estima en alrededor de los 100 casos para conseguir unos resultados aceptables. Por tanto, uno de los aspectos más importantes es que solo la deberían realizar equipos muy preparados y con mucha experiencia en HIPEC", remarca.

   A su vez, el miembro de SEOQ defiende que la experiencia del equipo profesional sanitario es clave a la hora de seleccionar a los pacientes en este campo: "Para que la selección de los pacientes sea la adecuada y así se eviten cirugías innecesarias y perjudiciales; para solucionar con eficacia las complicaciones asociadas; para evitar la dispersión de la experiencia en algunas enfermedades extremadamente raras; para optimizar la utilización de recursos; y para continuar investigando mejoras en el tratamiento de estos pacientes".

   Insiste con ello en la importancia de un equipo multidisciplinar "muy bien coordinado", a su juicio clave a la hora de obtener los resultados adecuados: "Esto no solo depende de los cirujanos, sino también de todo un equipo de especialistas que rodean al procedimiento. Desde oncólogos, hasta ginecólogos, digestivos, equipos de Enfermería, anestesistas, intensivistas, nutricionistas, patólogos o la farmacia del hospital, por ejemplo".

RECUPERACIÓN TRAS OPERACIÓN

   En cuanto a la recuperación de estos pacientes tras la HIPEC, el doctor Pereira indica que las complicaciones dependerán de lo extensa que sea la enfermedad dentro del peritoneo, y de la complejidad de la cirugía.

   "Hay pacientes que tienen mucha extensión de enfermedad y que requieren de muchas horas de quirófano. En ellos la posibilidad de complicaciones es alta, aunque en la inmensa mayoría de los casos las complicaciones son leves, se tratan y resuelven. Solo en un porcentaje menor del 5% las complicaciones pueden ser muy graves e incluso letales, pero es un porcentaje muy bajo, semejante al de cualquier cirugía oncológica compleja de otros órganos como el recto, páncreas, estómago o esófago, por ejemplo", detalla el cirujano del cáncer.

   Sobre la calidad de vida de estos pacientes tras este procedimiento, el también jefe de servicio de Cirugía del Hospital Universitario de Fuenlabrada subraya que "está muy estudiada" y, como cualquier otro paciente que se somete a una cirugía compleja, los periodos de recuperación son prolongados, de unos tres meses.

   "Cuando ya han pasado los 6 meses, los cuestionarios de calidad de vida indican que esta se restablece. Ahora bien, no hay que olvidar que cada paciente es distinto y la calidad de vida postoperatoria depende de lo que haya que hacer quirúrgicamente; por tanto, hay pacientes cuya calidad de vida apenas se resiente", apostilla el doctor Pereira.

   En última instancia, el coordinador del GECOP de la SEOQ insiste en que la HIPEC no está regulada oficialmente en nuestro país, de forma que no hay ninguna traba para que cualquier hospital comience a hacerla, a pesar de carecer de experiencia en la materia.

   "Como hemos mencionado, el pronóstico de los pacientes depende de la experiencia del equipo que les está tratando. Es fundamental a la hora de decidir si se tratan estos pacientes, y a la hora de llevar a cabo el propio tratamiento", resalta. En España ahora hay 34 grupos activos dentro de GECOP con mayor o menor experiencia, y se encuentran en prácticamente todas las CCAA, apunta el experto.

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