MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por investigadores del Spanish Sleep Network, impulsado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y publicado en la revista 'The Lancet', ha evidenciado la eficacia, al igual que la ventilación no invasiva, del tratamiento con presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) en el síndrome de hipoventilación obesidad.
La hipoventilación es una respiración insuficiente, hasta el punto de que no cubre las necesidades fisiológicas del organismo de expulsar el anhídrido carbónico. Las personas obesas pueden padecer este tipo de insuficiencia respiratoria con niveles de anhídrido carbónico elevado que puede llevar a la parada respiratoria y muerte.
Este síndrome de hipoventilación obesidad se define como la combinación de tener obesidad, hipercapnia durante la vigilia, que significa que se tiene una mayor concentración de anhídrido carbónico (CO2) en la sangre arterial respecto a los valores que se consideran normales, y el padecimiento de un trastorno respiratorio del sueño en ausencia de otras causas que provoquen la hipoventilación.
Aproximadamente, el 90 por ciento de los pacientes con síndrome de hipoventilación obesidad tienen una apnea obstructiva del sueño concomitante y, además, el 73 por ciento padecen de apnea obstructiva del sueño grave.
"Lo preocupante de esta condición, el síndrome de hipoventilación obesidad, es que los pacientes que la sufren tienen más riesgo de morbilidad cardiovascular y respiratoria que aquellos que tienen una apnea obstructiva del sueño normocápnica, es decir, con correctas concentraciones de anhídrido carbónico en sangre, u obesidad normocápnica. Debido a ello, presentan un riesgo aumentado de ingresos hospitalarios, de utilización de recursos sanitarios y de mortalidad", ha dicho la neumóloga y coordinadora del Área de Sueño de SEPAR, Olga Mediano.
Este síndroe se trata habitualmente con presión positiva continua en las vías respiratorias (produce una especia de burbuja de aire en la faringe que evita su colapso o apnea) o ventilación no invasiva durante el sueño (similar a la ventilación artificial que se usa durante la anestesia general).
"La ventilación no invasiva es más compleja y costosa que la presión positiva continua en las vías respiratorias, pero podría, hipotéticamente, ser ventajosa porque proporciona apoyo ventilatorio con mayor facilidad para la expulsión del anhídrido carbónico", ha explicado primer firmante del artículo, neumólogo y miembro del Área de Sueño de SEPAR, Juan Fernando Masa.
De hecho, prosigue, hasta la fecha no ha habido ensayos a largo plazo que comparen estas modalidades de tratamiento, por lo que el objetivo del trabajo ha sido determinar la efectividad comparativa a largo plazo de ambas modalidades de tratamiento. Para ello, se ha realizado un estudio controlado, aleatorizado y multicéntrico en el que han participado dieciséis centros clínicos de España, que ha incluido a pacientes de 15 a 80 años con síndrome de hipoventilación por obesidad no tratada y apneas de sueño grave.
En total, para este estudio se consiguió reclutar a 215 pacientes y, desde el 4 de mayo de 2009 hasta el 25 de marzo de 2013, mediante una base de datos electrónica, estos participantes se asignaron a una de las dos ramas del estudio: 100 pacientes fueron asignados al azar al grupo de ventilación no invasiva y 115 al grupo de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP), de los cuales 97 pacientes en el grupo de ventilación no invasiva y 107 en el grupo CPAP se incluyeron finalmente en el análisis de los investigadores.
La mediana de seguimiento de los pacientes fue de 5,44 años para todos ellos; 5,37 años en el grupo de CPAP; y 5,55 en el grupo de ventilación no invasiva. El promedio de días de hospitalización por paciente y año fue de 1.63 días en el grupo de CPAP y de 1.44 días en el de ventilación no invasiva. Asimismo, el número de hospitalizaciones, visitas a urgencias, ingresos en UCI, eventos cardiovasculares y mortalidad fueron similares en ambos grupos.
"Estos resultados implican que en los pacientes estables con síndrome de hipoventilación obesidad y apnea obstructiva del sueño grave, la ventilación no invasiva y la CPAP tienen una similar efectividad a largo plazo. Además, dado que CPAP tiene menor complejidad y costes asociados (alrededor de 1.000 euros por paciente y año), la presión positiva continua en la vía aérea podría ser la modalidad de tratamiento de elección en primera línea, hasta que haya más estudios disponibles", ha zanjado el doctor.