MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) ha mostrado su "inquietud y malestar" ante las propuestas en varias comunidades autónomas para que los profesionales sanitarios, voluntariamente, renuncien a sus vacaciones en septiembre.
"Tras todo lo vivido durante los meses más duros de pandemia y el continuo aumento de rebrotes en nuestro país, los profesionales sanitarios están agotados física y psicológicamente, por lo que es incuestionable la necesidad que tienen de disfrutar de unos días de descanso para mejorar su salud y bienestar", reivindican en un comunicado.
SAE detalla que el director gerente del Servicio Aragonés de Salud ha elaborado una instrucción para modificar el calendario vacacional a todo el personal cuando las necesidades del servicio lo justifiquen, los directores de varios hospitales de Cataluña han pedido a su personal que suspenda sus vacaciones si las tienen después del 15 de septiembre, y en Madrid, "donde el déficit de profesionales es incuestionable", ya está negociándose la petición de voluntariedad de aplazar los periodos de descanso a partir de septiembre.
"La fatiga, el estrés, la ansiedad, la incertidumbre*han sido constantes durante estos cinco meses, en los que, a pesar del cansancio y agotamiento, los profesionales sanitarios han demostrado un compromiso y responsabilidad intachables. Sin embargo, todo apunta a que, si no acceden voluntariamente a renunciar a sus vacaciones en septiembre, lo tendrán que hacer a base de instrucción y decreto, lo que claramente vulnera su derecho al descanso. Durante estos meses, las administraciones han antepuesto el ahorro económico a la seguridad de los profesionales y, por lo tanto, a la de los usuarios, y parece que así va a continuar siendo, pues prefieren agotar a los profesionales de plantilla en lugar de realizar nuevas contrataciones", explica su secretaria general, M Dolores Martínez.
En este contexto, advierte de que el sindicato emprenderá "todas las medidas legales" que consideren "oportunas" si las diferentes administraciones sanitarias "no dan marcha atrás, pues el agotamiento físico y mental que tienen los profesionales puede llevarles a cometer involuntariamente errores de los que, por supuesto, no serán responsables ellos, si no la administración".